Creadas con un propósito

El hombre y la mujer representan una obra única, creados “a imagen de Dios, un poquito menor que los ángeles”. El hombre fue formado del polvo de la tierra y la mujer de la costilla del hombre, con un propósito y con una finalidad. Es hermoso saber que fuimos creados para algo; cada uno...

El hombre y la mujer representan una obra única, creados “a imagen de Dios, un poquito menor que los ángeles”. El hombre fue formado del polvo de la tierra y la mujer de la costilla del hombre, con un propósito y con una finalidad. Es hermoso saber que fuimos creados para algo; cada uno con su potencial y sus habilidades, aunque también con limitaciones.Adán enfrentó una primera crisis de identidad cuando, al poner nombre a todos los animales, se encontró solo. No había ayuda idónea para él. En un acto de amor, Dios hizo caer sueño sobre Adán. Luego le extrajo una costilla e hizo a la mujer, y se la trajo como compañera. Alguien que podría identificarse en todo con él.Los tiempos han cambiado, es cierto, pero el papel de la mujer como ayuda idónea para el desempeño de los pueblos sigue siendo el mismo.La historia registra que desde épocas pasadas el papel de la mujer ha tenido grandes y pequeños momentos. María, Débora, Esther, Ruth y muchas otras supieron asumir su identidad y sus responsabilidades. Es por eso que hoy la mujer debe ser considerada en virtud de sus oportunidades, así como una fiel e inteligente compañera. Debemos responder a las inquietantes expectativas del mundo en que nos toca vivir, reconociendo que el papel de la mujer es de vital importancia para el desarrollo de las presentes y futuras generaciones.


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