Carrera de ranas
Comenzó la competencia. Como la multitud no creía que pudieran alcanzar la cima de aquella torre, lo que más se escuchaba era: “¡¡¡Qué pena!!! Esos sapos no lo van a conseguir, no lo van a conseguir...”Los sapitos comenzaron a desistir. Pero había uno que persistía y continuaba...
Comenzó la competencia. Como la multitud no creía que pudieran alcanzar la cima de aquella torre, lo que más se escuchaba era: “¡¡¡Qué pena!!! Esos sapos no lo van a conseguir, no lo van a conseguir...”Los sapitos comenzaron a desistir. Pero había uno que persistía y continuaba subiendo en busca de la cima. La multitud continuaba gritando: “¡¡¡qué pena!!! Ustedes no lo van a conseguir”. Los sapitos estaban dándose por vencidos. Salvo por aquel sapito que seguía y seguía tranquilo y ahora cada vez más con más fuerza.Llegando el final de la competición todos desistieron, menos ese sapito. Que curiosamente en contra de todos, seguía. Llegó a la cima con todo su esfuerzo.Los otros querían saber qué le había pasado, así que uno fue y le preguntó cómo había conseguido concluir la prueba. Y descubrió que era sordo.No permitas que personas con pésimos hábitos de ser negativas derrumben las mejores y más sabias esperanzas de tu corazón. Se siempre “sordo” cuando alguien te dice que no puedes realizar tus sueños.