Ser feliz o morir en el intento
El detalle es que, a la par, los índices de casos de depresión crónica y problemas de ansiedad han ido también a la alza.Pienso que este “boom” actual de la felicidad, lejos de mejorar la problemática, la está sistemáticamente agravando, convirtiéndose en una especie de detonante de...
El detalle es que, a la par, los índices de casos de depresión crónica y problemas de ansiedad han ido también a la alza.Pienso que este “boom” actual de la felicidad, lejos de mejorar la problemática, la está sistemáticamente agravando, convirtiéndose en una especie de detonante de depresivos estados de ánimos generalizados.¿Por qué? Imaginemos estar todo el día -todos los días- bombardeados por todos lados con mensajes comprometiéndonos a “tener que ser felices”. ¡Qué estrés!Tanto compromiso del deber ser, remarcando la felicidad como el estado óptimo y correcto, más que beneficiarnos nos está frustrando, y mucho. Nos venden que el sonreír como guasón y pintar el mundo de rosa, sin importar lo que haya alrededor, es lo que nos convertirá en seres cuasisantos y plenos.Somos humanos. Es completamente natural sentir felicidad, como también lo es sentir enojo, tristeza, miedo, esperanza, angustia…El secreto está en conocernos, saber cómo reaccionamos, a qué reaccionamos, y saber canalizar todo ese abanico de emociones, que repito, son total y completamente humanas. Lo peor que podemos hacer es suprimirlas y ahogarlas, porque -nos guste o no- es parte esencial de nuestra salud psicológica, emocional y física.