Reflexiones desde el Cursillo El mandamiento más importante
Son diez leyes que deben ser cumplidas por nosotros, son leyes que nos llevan a vivir una vida cercana a Dios y nos conducen por el camino que nos llevará a vivir la paz en nuestra vida, por medio de la moral, la justicia y el amor.No es imposible poder cumplir con la ley de Dios, Él es un...
Son diez leyes que deben ser cumplidas por nosotros, son leyes que nos llevan a vivir una vida cercana a Dios y nos conducen por el camino que nos llevará a vivir la paz en nuestra vida, por medio de la moral, la justicia y el amor.No es imposible poder cumplir con la ley de Dios, Él es un padre que nos ama y no nos va a dar leyes que sean pesadas o imposibles de cumplir.No debemos temer acercarnos a Dios, no nos prohíbe nada en nuestra vida que sea correcto, al contrario es una receta que nos hará saborear la felicidad porque un alma que se siente atada a los vicios, a la injusticia y a todo lo que aprisione al hombre lo esclaviza y un esclavo nunca será feliz, porque la felicidad va de la mano con la libertad, hemos sido creados libres y muchos nos hemos encadenado con el alcohol, la droga, la avaricia y de todos los brillos ficticios que nos ofrece el mundo y cuando caemos en sus redes en vez de ver brillar lo que nos parecía tan atrayente y deseado solo encontramos oscuridad.Dios en su sabiduría infinita nos alcanza sus mandamientos que son mandamientos de amor.Mateo nos cuenta (Mt. 22,34) Un maestro de la ley le pregunta a Jesús: “¿Maestro cuál es el mandamiento más importante de la ley?” Jesús le respondió: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente y otro parecido Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.Para amar a Dios hay que conocerlo no podemos amar a quién no conocemos ¿Cómo vamos a conocerlo? Teniendo un encuentro con Él, leyendo y escuchando su palabra, participando en la Eucaristía, conociendo la vida que vivió Jesús en la tierra, sus mensajes, consejos y enseñanzas y conociéndolo es imposible no amarlo y amándolo es imposible vivir sin Él y no servirle en nuestro prójimo.Es fácil amar al prójimo si se ama a Dios, amar al prójimo es una consecuencia del amor a Dios.Finalmente queridos hermanos ¿Qué es amar a Dios y al prójimo? Es no hacer daño, no hacer el mal, comprender al que ha errado el camino, perdonar.Amar a Dios es vivir en su presencia bajo la mirada tierna de un padre que perdona, no de un Dios castigador, amar a Dios es sentirse protegido y bendecido por el verdadero amor porque Dios es amor (1 JN. 4,8).Amar a Dios es no olvidarlo y buscarlo, también en su templo en el día del Señor que es el día Domingo, antiguamente el día del Señor era el día Sábado pero desde la resurrección es el día Domingo, día en que resucitó.Amar al prójimo es no causarle dolor, es ser hermanos.En estos dos primeros mandamientos están comprendidos todos los demás por eso los más importantes son “Amar a Dios y al prójimo”.