La amistad y el petróleo

El presidente estuvo allá para unas ceremonias protocolares que no tenían nada que ver con el petróleo, pero acabó hablando de eso. Recapitulemos un poco, para entenderlo mejor: En 1912, cuando ni Bolivia ni Colombia tenían mucho que ver con el petróleo, ambos países suscribieron un...

El presidente estuvo allá para unas ceremonias protocolares que no tenían nada que ver con el petróleo, pero acabó hablando de eso. Recapitulemos un poco, para entenderlo mejor: En 1912, cuando ni Bolivia ni Colombia tenían mucho que ver con el petróleo, ambos países suscribieron un “tratado de amistad” para consagrar la igualdad del trato entre connacionales. Para entonces ni Bolivia había sufrido la guerra del Chaco (provocada principalmente por el petróleo) ni Colombia había explorado su zona oriental (Orinoquia y Amazonas), que resultaron con alto potencial petrolero.Pero hace dos días, el presidente Evo Morales, en Bogotá, “manifestó la intención de que las empresas estatales petroleras de ambas naciones sean socias en la exploración de hidrocarburos en territorio boliviano y de esta manera poder impulsar la fase de la industrialización, ansiada desde el 2006 por el Gobierno.Estamos poniendo entre comillas lo que el presidente Morales dijo, en conferencia de prensa, allá, en Bogotá: “En hidrocarburos Bolivia necesita socios y en charlas anticipadas entre YPFB y Ecopetrol, quisiéramos que sean socios dos empresas de dos pueblos de Bolivia y Colombia para trabajos de exploración, frente a la crisis energética del mundo”Primero: Ecopetrol ya no es una empresa petrolera estatal, sino una sociedad anónima mixta, lo mismo que Petrobras y que la antes promisoria YPF, de Argentina, hoy propiedad de la transnacional Repsol. Segundo. Ecopetrol S.A. mediante su recién creada filial Ecopetrol-Perú, acaba de firmar un convenio precisamente con Repsol para buscar petróleo en la Amazonía peruana.Tercero, para industrializar el gas de petróleo boliviano Ecopetrol no es el socio ideal, porque si bien la búsqueda de petróleo en Colombia se está haciendo ahora en forma afiebrada, el desarrollo de la petroquímica no es actividad que tenga el mismo entusiasmo.Aquí, más de tecnología habría que hablar de geopolítica, porque el entusiasmo petrolero colombiano tiene más que ver con evitar que Venezuela y Brasil se le distancien mucho, que con verdadera vocación petroquímica. Más o menos como las bases militares que quería (y quiere aún) construir Estados Unidos en Colombia tienen más que ver con el control de la Amazonía (y de su petróleo) que con la lucha contra el narcotráfico, que fue el pretexto.Así que no nos digamos mentiras a nosotros mismos, que es la peor forma de mentir. Detrás de toda la política internacional no están amistades ni enemistades abstractas, sino intereses concretos sobre recursos naturales tangibles, valiosos y no renovables. Como el petróleo, el gas, el litio y la aparentemente inocente agua potable.Y aunque nos salgamos un poco del tema (solo un poquito), tampoco debemos confundirnos con el hecho de que como Chile necesita electricidad vamos a venderle gas. En todo caso, si le vamos a vender algo, deberíamos venderle electricidad ¿Cierto?Pero que no nos vaya a pasar lo mismo que con agua del Silala.

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