Choquehuanca en Washington

Se nos ocurre esta, que es una de las más inocuas: “La conducción de las relaciones internacionales por negociación, más que por la fuerza, la propaganda, o el recurso del derecho, y por otros medios pacíficos que están directa o indirectamente diseñados para promover la negociación”...

Se nos ocurre esta, que es una de las más inocuas: “La conducción de las relaciones internacionales por negociación, más que por la fuerza, la propaganda, o el recurso del derecho, y por otros medios pacíficos que están directa o indirectamente diseñados para promover la negociación” No siempre, sin embargo, los diplomáticos encajan en ese perfil y muy a menudo son más bien espías camuflados o algo peor. El que precisamente en las embajadas y en los diplomáticos haya centrado su atención el muy comentado proyecto de divulgación Wikileaks no es una casualidad.Pero dejemos las abstracciones teóricas y ocupémonos un poco de esas relaciones internacionales, sin ser nosotros diplomáticos ni estar en ningún “pacto de caballeros” que es algo que caracterizó durante siglos a la diplomacia boliviana y que ya habrá oportunidad de comentar.Por ahora limitémonos al viaje del canciller David Choquehuanca Céspedes, que se va hoy a Washington y especulemos un poco sobre su viaje, durante el cual seguramente el tema central será el reinicio formal de las relaciones “diplomáticas” entre Bolivia y los Estados Unidos, posiblemente se ocupará también de la próxima Cumbre de las Américas y , como Juan Carlos Alurralde informó, Choquehuanca planteará en la OEA las temáticas previstas para el borrador de la Declaración de Cochabamba que deberá ser firmada en la Asamblea Anual de la OEA en junio próximo. Si para entonces nada especial ha sucedido con la OEA y todavía existe. No podríamos apostarlo.En todo caso, será en Cartagena, en abril, en la reunión de la Cumbre de las Américas, donde probablemente se definirán muchos asuntos, y el coordinador del evento, Juan Felipe Sierra, decía en una reciente declaración a la prensa, refiriéndose a los “mandatos” de las cumbres anteriores:“Hemos hecho una evaluación y definimos una deplorable lista de 1.200 mandatos incumplidos, por eso Colombia va a proponer una declaración corta y breve, con pocos mandatos para que realmente se cumplan. La idea es que se puedan implementar, medir y evaluar para hacerles seguimiento”.La Cumbre de las Américas se realiza cada tres años y está muy ligada a la OEA, puesto que allí existe, precisamente, un Grupo de Revisión e Implementación de Cumbres, GRIC, donde deben estar ahora mismo considerando la invitación formal de Cuba a la próxima cumbre, puesto que la isla ha anunciado que no desea volver a la OEA, de la cual fue vergonzosamente expulsada en 1962 por iniciativa de Washington. Aunque la de Cartagena no sea una cumbre tan borrascosa como fue la del 2005 en Mar del Plata, donde la asistencia de G.W Bush y la intención de incorporarnos a todos al ALCA literalmente incendiaron el evento, esta de abril seguramente será una de las más importantes reuniones de los  mandatarios de América.Insistimos: como para alquilar balcón.

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