Mejor encender una vela

Estamos escuchando hablar de “industrializar” el país hace rato. Con mayor o menos intensidad se habla de eso permanentemente. Pero sólo se habla, porque del dicho al hecho está comprobado que el trecho es largo. Rubén Vaca planteó el asunto en forma concreta: industrialicemos el gas,...

Estamos escuchando hablar de “industrializar” el país hace rato. Con mayor o menos intensidad se habla de eso permanentemente. Pero sólo se habla, porque del dicho al hecho está comprobado que el trecho es largo. Rubén Vaca planteó el asunto en forma concreta: industrialicemos el gas, convirtámoslo en electricidad.Es que transformar la materia prima no es fácil. No es tan fácil como extraer esa materia prima de la tierra, tal cual está, venderla y disfrutar de las rentas, como hacen muchos de quienes alegan por industrialización, hacen berrinches pidiéndola, pero no mueven un dedo para concretarla. Vaca lo plantea como algo viable, progresivo. Comenzar con la modesta adquisición de un generador que abastezca a Villa Montes y continuar trabajando en el proyecto hasta producir por lo menos dos mil megavatios. Con mil se abastecería la demanda nacional y mil se exportarían, porque  parte del gas que nos compra la argentina y el que quisiera que le vendamos Chile se utiliza en gran proporción precisamente para eso: para producir electricidad.Agregarle valor al gas que estamos exportando tal cual no es solamente cuestión de complejas y monumentales plantas de petroquímica. También la electricidad le agrega valor al gas que impulsa las turbinas en termoeléctricas.Hemos planteado alguna vez, aquí mismo, que sería optimo generar electricidad encima del campo Margarita y luego vender esa electricidad, porque transmitirla debe tener costos similares (quizás menores) que trasladar gas mediante gasoductos.Ahí tenemos un punto de discrepancia con Rubén Vaca, quien descartaría la interconexión. Nosotros, al contrario, creemos que habría que interconectar no solamente todas las regiones de Bolivia, sino, ambiciosamente, todos los países de nuestra anhelada Patria Grande.La dificultad no es técnica, es política. Ejemplos de interconexión eléctrica exitosa tenemos varios, principalmente el de ISA (Interconexión Eléctrica, Sociedad Anónima) que es un emprendimiento estatal colombiano y está operando ya en varios países, en Bolivia inclusive y este año interconectará Colombia con Panamá. No seríamos los único ni los primeros pensando así en grande. Una empresa brasilera, MPX está presionando en este momento para hacerse a los yacimientos colombianos de carbón, con el cual posiblemente alimentaría termoeléctricas en Chile, que es uno de los países con mayor demanda insatisfecha de electricidad.El proyecto brasilero, liderado por Eike Batista, está temporalmente empantanado mientras se soluciona lo de “consulta con comunidades indígenas” en Colombia, para proceder. Ya se ha dicho, (en voz baja, por supuesto), que se modificaría en julio el código minero en ese país para viabilizar el proyecto. Es que en todas partes se cuecen habas, la diferencia está en quienes se las comen.En conclusión, hacer un poco en vez de hablar tanto es lo que en Bolivia necesitamos. O, apelando nuevamente a la sabiduría popular: Es siempre mejor encender una vela que maldecir la oscuridad.Y estamos refiriéndonos a mucho más, muchísimo más que una vela.

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