Cumbres borrascosas

Es probable que hoy tengamos algunas luces más sobre esto, porque para hoy, 14 de febrero,  esta anunciada una reunión de países miembros de la Alternativa Bolivariana para América, ALBA, para definir oficialmente su posición sobre si asisten o no a la Cumbre de las Américas, que debe...

Es probable que hoy tengamos algunas luces más sobre esto, porque para hoy, 14 de febrero,  esta anunciada una reunión de países miembros de la Alternativa Bolivariana para América, ALBA, para definir oficialmente su posición sobre si asisten o no a la Cumbre de las Américas, que debe reunirse en Colombia el 15 de abril y que para decirlo en una palabra, tiene al continente “alborotado”.El elemento central de ese alboroto es la presencia de Cuba en la Cumbre y adelantándose al ALBA ya Ecuador y Venezuela han dicho que no estarán en la Cumbre, si no está Cuba.El gobierno colombiano, organizador de esta cumbre, ha dejado claro que el asunto de Cuba no es sólo decisión suya, por lo que seguramente esperará la decisión de sus colegas de la ALBA,Por todo esto es bueno refrescar que La Cumbre de las Américas es una reunión de jefes de estado y de gobiernos de América, auspiciada por la Organización de los Estados Americanos y tiene el objetivo de formar una estrategia común para resolver los problemas del continente. Participan en el evento las 34 naciones americanas a excepción de Cuba, la cual fue excluida en 1962 debido al no reconocimiento del gobierno revolucionario por parte de la OEA, aunque luego en 2009 fue reincorporada pese a que el gobierno cubano ha dicho muchas veces que “no le interesa pertenecer a la OEA”.La de abril próximo, entonces, aunque todavía faltan dos meses para su realización, ya se perfila como “cumbre borrascosa”.Y no sería la única ni la primera así de agitada, porque aunque digan que la Cumbre es un proceso de participación esencialmente protocolario, cuando se discutió la formación de un Área de Libre Comercio de las Américas, ALCA, que debió entrar en vigor en enero de 2005, la reunión cumbre realizada en Mar del Plata resultó un fracaso total. ALCA fue la manzana de la discordia.Las diferencias de intereses entre los gobiernos en torno a los subsidios agrícolas, o su desaparición, la desregulación de sectores que no podrán competir en el mercado global y serían barridos del mapa de aprobarse el ALCA, cambio de eliminar al principal (aunque irreal) productor de alimentos del mundo que sólo es viable mediante subsidios (Estados Unidos) y beneficiarse de un mercado en el que perdería competitividad el gigante yanqui, rompieron cualquier posibilidad de consenso.Y de yapa la presencia del impopular GW Bush en esa cumbre y la militarización ofensiva y desmesurada que eso significó.Quizás la reunión de Cartagena en abril no llegue a tanto, o quizás sea aún más tormentosa, porque además de los propósitos hegemónicos desde Washington no se han debilitado, hay asuntos pendientes muy vidriosos, como el de las Malvinas.Pero los tiempos han cambiado desde cuando con auspicio de Washington fue creada la OEA, precisamente en Bogotá, el 30 de abril de 1948. Ahora, además de ALBA, existen Mercosur, Unasur y CELAC. Mucha agua ha pasado por debajo de los puentes.

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