Espacio publicitarioEspacio publicitarioEspacio publicitario

Desde el sur de la frontera

Eso, todavía no está terminado de juzgar, y para la recuperación del carácter nacional de YPF parece que también hay esperanzas, porque esa posible aunque por ahora poco probable “nacionalización” fue la que está amargando la estadía en argentina de Antonio Brufau, mandamás en...

Eso, todavía no está terminado de juzgar, y para la recuperación del carácter nacional de YPF parece que también hay esperanzas, porque esa posible aunque por ahora poco probable “nacionalización” fue la que está amargando la estadía en argentina de Antonio Brufau, mandamás en Repsol, que se apoderó del 57% de la petrolera argentina “gracias” a aquel sangriento “proceso” que comenzó con un golpe militar el  24 de marzo de 1976 y continuó con la obsesión de Carlos Menen de privatizar “hasta las joyas de la abuela”.Como siempre, con la Argentina tenemos mucho más en común que una línea imaginaria llamada frontera. Si allá por el petróleo tuvieron que sufrir a esas malhadadas dictaduras militarles y a Carlos Menen, aquí tuvimos nuestra Guerra del Chaco y “nuestro” Goni.  (Ponemos nuestro entre comillas, porque él no solamente hablaba en inglés, pensaba en inglés y por eso  está ahora donde está.Tenemos también en común a esa transnacional petrolera, Repsol, que manda tanto aquí como allá, pese a que nuestros hidrocarburos han sido tres veces nacionalizados.Entonces a la Argentina podemos también servirle de modelo, para que, si efectivamente desea controlar sus recursos naturales y principalmente su petróleo, los nacionalice y tenga a Bolivia como modelo fresco, del cual pudiera copiar  algunos aspectos. Y decimos “algunos” porque también hay aspectos que no vale la pena copiar y que más bien nosotros deberíamos enmendar.Habíamos comenzado diciendo que nos ocuparíamos de una información “estimulante” porque en uno de sus últimos discursos, Cristina Kirchner acusó a las petroleras de haber reducido la producción, obligando al país a importar 9.396 millones de dólares en combustibles. No hacía falta que la presidenta mencionara a Repsol YPF como uno de los ejes del desabastecimiento. Bastó con que dijera “no podemos volver a la época del Virreinato (del dominio español) cuando se llevaban todo el oro y la plata”.O sea que tanto aquí como allá llueve, y parece que por un buen tiempo no escampará.Por supuesto que respetamos y respetaremos siempre las determinaciones de un país soberano, pero eso no impide que tengamos las mejores intenciones para la Argentina, porque, a más de una generación de bolivianos nos destetaron cantándonos zambas argentinas.Y nos criamos desde chiquitos soñando con la Patria Grande.

Más del autor