Cuidado con los implantes

Es que la apariencia dejó de ser cuestión sólo de peluqueros y de masajistas y cada vez más tienen que ver con ella los médicos, los cirujanos y otros profesionales “de alto coturno”. Los laboratorios, por su parte, tratan de reducir aún más las diferencias y nos muestran con más...

Es que la apariencia dejó de ser cuestión sólo de peluqueros y de masajistas y cada vez más tienen que ver con ella los médicos, los cirujanos y otros profesionales “de alto coturno”. Los laboratorios, por su parte, tratan de reducir aún más las diferencias y nos muestran con más insistencia el blanqueo de dientes, por ejemplo, o el lavado del cabello, como asuntos “médicos”.Esto merecería comentarios en una “revista de peluquería”, o en un espacio de televisión de esos dedicados a “curiosidades” si no fuera porque en estos días cundió el pánico por el uso peligroso de las prótesis mamarias. A raíz de un aumento de las denuncias por rotura de las prótesis de la fábrica francesa PIP (Poly Implants Prothèses), el gobierno de ese país recomendó a las usuarias retirarlas de manera preventiva “y sin carácter de urgencia”, incluso si no muestran deterioro.Investigando por nuestra cuenta, encontramos en fuentes dignas de crédito que Latinoamérica, es una zona que fue un mercado importante para esa PIP y aquí están algunos de los países en los que la cirugía estética es más popular.No en Bolivia, probablemente, porque nuestra sociedad aún tiene recato por algunas prácticas como el cambio de sexo y los bolivianos apelan a “profesionales” de otros países, generalmente vecinos, como Argentina, Brasil o Chile para esos “menesteres.Las autoridades francesas han señalado que hasta ahora no hay pruebas de que esas prótesis aumenten el riesgo de cáncer, pero la preocupación se ha extendido como una mancha de aceite.En Brasil, Argentina, Chile y otros países latinoamericanos las autoridades han llamado a la calma y han pedido a las usuarias que presenten problemas que contacten con sus cirujanos o con las autoridades sanitarias.Se calcula que unas 300.000 personas en el mundo usan las prótesis mamarias fabricadas por la empresa francesa, que llegó a ser la tercera más importante del mundo en ese rubro, pero no hay cifras oficiales.Un diputado de la provincia de Buenos Aires trabaja ya en la redacción de un proyecto de ley para que el sistema de salud provincial, tanto público como privado, trate sin costo a las personas con prótesis de la marca PIP que, por temor a contraer enfermedades, decidan recurrir a una cirugía para su extracción.Como vemos, no es un tema irrelevante, ni circunscrito sólo a las mujeres, que no son las únicas que buscan esos implantes.Aquí, en nuestro país, entre otros temas que tenemos “en salmuera”, es decir pendientes de tratamiento, está una mejor legislación sobre medicamentos. Magnífica oportunidad para ocuparse también de implantes y similares. ¿Cierto?

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