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Las hidroeléctricas y el cambio climático

Rio Grande - Rositas se llama el proyecto.Primero, dejemos establecido que nada particular tenemos contra las hidroeléctricas que, como todo en esta vida, tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Pero comencemos admitiendo que, efectivamente, Bolivia necesita generar más electricidad, porque...

Rio Grande - Rositas se llama el proyecto.Primero, dejemos establecido que nada particular tenemos contra las hidroeléctricas que, como todo en esta vida, tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Pero comencemos admitiendo que, efectivamente, Bolivia necesita generar más electricidad, porque la relación actual de oferta y demanda, es decir lo que se produce y lo que se utiliza, es desfavorable, es decir, hay más demanda que oferta. Además como ya muy pronto Tarija estará interconectada con el resto del país, la situación cambiará y no será la misma que fue cuando éramos un “sistema aislado”.Dijeron que al proyecto Rio Grande Rositas se le invertirá el próximo año casi 5.500 millones de pesos (o 790 millones de dólares, pero no nos gusta manejar ideas en moneda extranjera). Nos imaginamos que el costo financiero final será mucho más alto (como ya es habitual), pero dejaremos eso por ahora.Lo que queremos hacer notar es que el proyecto está previsto para generar electricidad y conectarse al sistema nacional el año 2020. Y descontando los asuntos relacionados con costos financieros y ambientales (que no son pocos) que podrían derivarse de Rio Grande – Rositas, nos parece que no se está proyectando hacerlo en la hora prima, sino en la nona.Porque precisamente en estos días supimos lo que dijo Roberto Schaeffer, experto del sector energético del Instituto para Estudios en Ingeniería (Coppe) de la Universidad Federal de Río de Janeiro, “que Brasil debe diversificar su matriz energética porque al año 2035 las centrales hidroeléctricas probablemente generarán casi 30% menos energía por los efectos del cambio climático”.“Muchos estudios indican que la temporada de lluvias será menos intensa en diferentes zonas del país y eso afectará a las hidroeléctricas, en especial a las de pasada”, indicó el señor Schaeffer.Actualmente, cerca del 80% de la electricidad de Brasil se genera con centrales hidroeléctricas, según cifras del Ministerio de Minas y Energía. Los brasileros están en eso y por ellos supimos, por ejemplo, que el mayor proyecto generador en el país es la hidroeléctrica de 11,2GW Belo Monte, actualmente en construcción. La instalación se construye en el río Xingú, en la Amazonía. La planta, que adopta la modalidad de pasada, debiera generar un promedio de 4,3GW al año debido a los efectos del clima seca durante el segundo semestre del año, o sea casi una tercera parte de lo previsto. ¿Habrán calculado aquí eso para Rio Grande – Rositas?Mucho más podemos encontrar, pero hoy nos limitamos a raspar muy poquito la superficie del tema, que nos demuestra la importancia de tener un verdadera Plan Nacional para asuntos energéticos. Algo que, por cierto, ya ha sido recomendado varias veces, precisamente en estas páginas. No hay de qué.

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