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Hacerlo a pesar de los riesgos

La pregunta molestó un poco al ministro quien categóricamente respondió: “Esto hay que hacerlo. No es hora de pensar en riesgos”.Era, para ser exactos, el 17 de octubre de 1969, el ministro de Minas y Petróleo era Marcelo Quiroga Santa Cruz y el acontecimiento que provocaba...

La pregunta molestó un poco al ministro quien categóricamente respondió: “Esto hay que hacerlo. No es hora de pensar en riesgos”.Era, para ser exactos, el 17 de octubre de 1969, el ministro de Minas y Petróleo era Marcelo Quiroga Santa Cruz y el acontecimiento que provocaba manifestaciones populares de entusiasmo, solo comparables con la obtención de un campeonato mundial de futbol, era la nacionalización del petróleo que entonces estaba explotado por la Bolivan Gulf Oil Company.Ya todos sabemos cómo se concretaron esos riesgos y las horas siniestras  que tuvo que vivir el pueblo boliviano por las  retaliaciones que esa nacionalización causó. Y el proceso no ha concluido, porque hubo más tarde otra nacionalización y de inmediato aparecieron nuevas formas de alienarla y anularla. En esas estamos.Pero volvamos al presente: Hace dos días, en Caracas, Venezuela,  nació formalmente la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Allí, los coordinadores de los 33 países fundadores firmaron como los documentos: la Declaración de Caracas, que proclama el nacimiento de la organización, el Plan de Caracas, que fija los lineamientos a seguir para que la Comunidad cumpla sus objetivos, el estatuto de funcionamiento y procedimientos y 18 comunicados que incluyen aspectos educativos, ambientales y de desarrollo social.Es un magno acontecimiento, que por supuesto debe estar provocando más estudios, investigaciones y ensayos en Washington que en cualquier de las capitales de los países participantes de CELAC. Es obvio que así sea, porque junto a Mercosur, Unasur y otros experimentos integracionistas ya operativos, el CELAC es el más elocuente indicador de que la categoría de “patio trasero” feneció. Un primer efecto, directo pero no asumido plenamente por los conductores de CELAC es la virtual desaparición de la Organización de Estados Americanos, OEA, donde la primacía de los Estados Unidos era evidente e incuestionable.¿Qué pasará con esa OEA a la que no le importó expulsar a Cuba del mecanismo hemisférico y toleró a las dictaduras chilenas y argentinas, brasileras o bolivianas ambas eran aliadas de los Estados Unidos?  Los tentáculos de influencia de USA ya no pueden contener a una región que quiere ir sola y en la medida que se fortalezcan los pueblos y naciones irán comprendiendo aquello que se tornará necesario. Pero la integración tiene que hacerse y, recordando aquella ya antigua situación de 1969 es imposible que lo que se hizo no tenga riesgos, pero estos no frenaron ni frenarán la integración. Así como finalmente y a pesar de tanto intento frustrado, los recursos naturales tendrán nomás que ser patrimonio inalienable de la nación. Así como ya es un concepto inalienable la existencia de la Nación Latinoamericana. O sea de la Patria Grande.

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