¿Será usted adicto?

Por definición, una adicción es una enfermedad física y psico-emocional, según la Organización Mundial de la Salud. En el sentido tradicional es una dependencia hacia una sustancia, una actividad o simplemente una relación.La adicción está representada por los deseos que consumen los pensamientos y comportamientos (síndrome de abstinencia) del adicto, y éstos actúan en aquellas actividades diseñadas para conseguir la sensación o efecto deseado y para comprometerse en la actividad deseada (comportamientos adictivos). Hay inclusive adicciones muy elogiadas, pero que se deben manejar, de todas maneras, como patologías, la adicción al trabajo, por ejemplo.Porque a diferencia de los simples hábitos o influencias consumistas, las adicciones son “dependencias” que traen consigo graves consecuencias en la vida real. Afectan negativamente, y destruyen relaciones, salud (física y mental), además de la capacidad de funcionar de manera efectiva.Decíamos que no debe confundirse adicción con vicio, porque un vicio es todo aquel hábito o práctica que se considera inmoral, depravado o degradante en una sociedad específica. Pero lo que es vicio para una sociedad puede no serlo para otra. Eso, sin embargo, es tema de mucha profundidad sociológica y antropológica como para tratarlo en un comentario periodístico.Digamos, más bien, que en la actualidad se acepta como adicción, cualquier actividad que el individuo no sea capaz de controlar, que lo lleve a conductas compulsivas y perjudique su calidad de vida, como por ejemplo puede existir adicción al sexo, al juego (ludopatía), a la pornografía, a la televisión, a las nuevas tecnologías, y particularmente en el mes que comienza mañana la adicción a la compras, que hace parte esencial del consumismo.Decía acerca de esto hace poco el doctor Mark Griffiths, experto en adicciones de la Universidad de Nottingham, Inglaterra, que si podemos obtener una recompensa con algo, es posible hacernos adictos a casi cualquier cosa.El doctor Griffiths ha dedicado sus investigaciones principalmente a la ludopatía o adicción al juego, “Durante los últimos 25 años he estado estudiando los juegos de azar y creo apasionadamente que estos juegos en su forma más extrema son tan adictivos como cualquier droga. Para que cualquier conducta pueda ser definida como adictiva, tiene que haber consecuencias específicas, como el que ésta se vuelva la actividad más importante en la vida de la persona o la única forma con la que puede mejorar su estado de ánimo. Además, pueden sentir la necesidad de incrementar gradualmente la cantidad de tiempo que le dedican a esta actividad porque si no lo hacen comienzan a experimentar síntomas psicológicos de abstinencia.Piense en esto cada vez que siente que se le altera el humor porque no lo dejan ver un partido de futbol transmitido por televisión, o por algo similar, y pregúntese, honestamente:¿Será que soy adicto?