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Escandaloso trabajo infantil

Esas insólitas “parejas” incluían a los presidentes de Venezuela y de Estados Unidos, al Papa Benedicto y a un sacerdote mahometano y “cosas” por el estilo.Pero Benetton es mundialmente conocida no solo por esa peculiar y escandalosa manera de hacer publicidad, sino porque es un grupo...

Esas insólitas “parejas” incluían a los presidentes de Venezuela y de Estados Unidos, al Papa Benedicto y a un sacerdote mahometano y “cosas” por el estilo.Pero Benetton es mundialmente conocida no solo por esa peculiar y escandalosa manera de hacer publicidad, sino porque es un grupo transnacional que, entre otras cosas, acapara miles de hectáreas cultivables aquí cerca, en la argentina, donde seguramente produce parte de la lana que necesita para sus productos.Y lo último que nos enteramos es que Benetton  está entre las empresas que se benefician con el trabajo infantil casi esclavista.  La fuente de esta información es la Organización de Naciones Unidas, bastante desacreditada luego de Irak y de Libia, pero de todas maneras todavía una fuente importante.La relatora especial de Naciones Unidas para las formas contemporáneas de esclavitud, Gulnara Shahinian, denunció en la ciudad española de Toledo que hay niños que se ven forzados a trabajar desde los 3 años y que desde la edad y que hay niñas de 9 años que son vulnerables a la explotación sexual.Gulnara Shahinian, quien es ciudadana armenia, participó en jornadas del congreso “No es cosa de niños”, organizado por la ONG Proyecto Solidario en Toledo, España.Según Shahinian -que lleva tres años estudiando el drama del trabajo infantil- la cifra de niños y niñas que trabajan forzosamente en la actualidad supera los 215 millones que marca la Organización Mundial del Trabajo (OIT) y, muchos de ellos, “comienzan con sólo tres años”.Fue el caso del joven haitiano Vladimir, quien reconoció durante su tiempo de ponencia en el congreso que comenzó a trabajar en un taller mecánico a la edad de tres años para ayudar a su familia y que, ahora, gracias a una beca de estudios de Proyecto Solidario, se está formando en España.Shahinian ha sido testigo del trabajo de niños y niñas en minas y canteras, que colocaban dinamita a varios metros bajo el suelo, “con agua que les llegaba hasta el cuello” y que era “tóxica y contaminada” de mercurio y cianuro.Pese al trabajo que dicen realizar numerosas ONG, al aumento de la concienciación de la sociedad civil y al apoyo de instituciones gubernamentales, todavía un tercio de la población mundial vive en países que no se han comprometido a abolir el trabajo infantil y muchas empresas trasnacionales, como Benetton (en Turquía) y Primark (en India), lo utilizan para abaratar sus costos, según denunció Gulnara Shahinian.De manera que cuando la publicidad lo acose con alguna de esas agresivas campañas para comprar “ropa de marca” Benetton, sería conveniente pensar primero en esos niños que están trabajando para esa transnacional en Turquía  a fin de “abaratar sus costos”.Y si luego desiste de comprar esos productos, seguramente que su conciencia estará menos intranquila.

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