Gasolinazo y “oxigenazo”

Un bachiller no actuará igual y mucho menos un universitario a punto de su examen de graduación. Esto no requiere mayor ciencia para entenderlo y lo consideramos “natural”.Sin embargo, antes de terminar octubre ya se comenzó a hablar de una probable (y posible) disminución de los...

Un bachiller no actuará igual y mucho menos un universitario a punto de su examen de graduación. Esto no requiere mayor ciencia para entenderlo y lo consideramos “natural”.Sin embargo, antes de terminar octubre ya se comenzó a hablar de una probable (y posible) disminución de los subsidios a los combustibles, que se dijo se hará en diciembre y muchos consideran que es prematuro o muy anticipado ponerse a hablar de ese “gasolinazo”.Existen, sin embargo, países donde no están preocupados por ningún “gasolinazo”, sino por el ”oxigenazo”, es decir por la contaminación que produce el empleo masivo de combustibles fósiles y el efecto de esto no solo para la vida humana, sino para la vida en general.En esa preocupación “largoplacista”, para llamarla de algún modo, ha influido seguramente mucho el “fenómeno Fukushima”, o sea la crisis en Japón este año por el colapso de la planta generadora de energía con tecnología  nuclear. Pero no es solo eso.El caso más conocido es el de Alemania, que ha decidido cerrar todas sus centrales nucleares de aquí a 2022, con una inversión masiva en combustibles “renovables” y sin renunciar a su compromiso de reducción de emisiones de un 40% para 2020. Pero no es solo Alemania.El nuevo Gobierno de Dinamarca se ha comprometido a planes que señalan que toda la energía que consuman será renovable para 2050. Ese objetivo 100% renovable se alcanzará en 2035 para los sectores de la electricidad y el calor. La mitad del consumo eléctrico tradicional del país vendrá de energía eólica para 2020. Se cerrarán todas las centrales térmicas de carbón (Dinamarca no tiene nucleares) y las calderas de productos petrolíferos para 2030 como muy tarde.¿Y nosotros cómo vamos ahí? Preocupados y ocupados por el gasolinazo, no hay duda. Pero por lo menos nuestros acuciosos “analistas” deberían tener una visión menos corta que los niños de diez años de edad. ¿Cierto?Y no estamos esperando que inventen de nuevo el hilo negro o el agua tibia. El crecimiento inteligente es una teoría de planificación urbana y de transporte desarrollada desde los años noventa, que propone concentrar el crecimiento en centros compactos y “caminables” para evitar la dispersión. Así mismo incentiva usos de suelo de alta densidad, con transporte público y vías adecuadas para los ciclistas, incluyendo escuelas vecinales y desarrollo de usos mixtos con variedad de oportunidades de vivienda. El crecimiento inteligente valora aspectos de sostenibilidad regionales y de largo plazo, por encima de los enfoques cortoplacistas. Dentro de sus metas está el lograr en el nuevo ámbito urbano un sentido de comunidad y de lugar en sus habitantes, y la expansión del rango de oportunidades de transporte, trabajo y vivienda, distribuyendo equitativamente el costo de los beneficios del desarrollo, preservando los recursos naturales y culturales.Imposible evitar que en noviembre y diciembre se hable de gasolinazo. Pero al menos intentemos que se hable “con inteligencia”.

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