Por agua viene, por agua se va

En esta oportunidad, el agua es tema reactualizado porque ya se siente su escases, es tiempo de sequía y hay que ocuparse del agua, así como en tiempo de lluvias nos ocupamos del otro extremo, es decir, de la abundancia de lluvia. De las inundaciones.Ahora está de moda San Jacinto (la...

En esta oportunidad, el agua es tema reactualizado porque ya se siente su escases, es tiempo de sequía y hay que ocuparse del agua, así como en tiempo de lluvias nos ocupamos del otro extremo, es decir, de la abundancia de lluvia. De las inundaciones.Ahora está de moda San Jacinto (la represa), el presidente Morales hace declaraciones sobre proyectos gubernamentales “acuáticos” (por llamarlos de alguna manera) y vuelven las recomendaciones para el “uso racional” de ese elemento vital, que no se merece estar solamente “de moda” sino ser una preocupación permanente de la sociedad civil y del gobierno y, para no quedarnos en las “preocupaciones” convertirlas en ocupaciones objetivas que  y concretas que nos liberen de los temores y de los efectos negativos recurrentes, tanto de la escases del agua como de su abundancia incontrolada. Administrarla, en una palabra.Hemos conocido nuevas campañas de la secretaría del Medio Ambiente e inclusive la convocatoria a una marcha (ojalá que sin bloqueo) para motivar ese “adecuado y racional uso del agua”. Porque ya se siente la carestía, en algunas regiones de Tarija muy aguda y crítica.Le pusieron un nombre interesante a la campaña, se llama “Agua para todos y para siempre”. Palabras muy bonitas para pregonar y para escuchar, pero sumamente difíciles de convertirlas en realidad. Porque, sin ir más lejos y sin salirnos del tema de moda, se han enfriado las declaraciones y anuncios oficiales sobre la planta para tratamiento de aguas residuales de Tarija, que muy probablemente volverán solamente cuando el problema se agudice, porque se perdió la donación holandesa para construir esa planta o porque definitivamente no supimos administrar el proyecto.Precisamente refiriéndose a esto, el presidente Morales, “convaleciente” aún de los conflictos relacionados con el TIPNIS, afirmaba rotundamente en Robore, hace una semana: “Podremos enfrentar cualquier problema de carácter social, pero es imposible vivir sin agua”. Lo hizo al anunciar que ya se tiene garantizados “otros 100 millones de dólares” para promover y ejecutar proyectos de agua potable a favor de los municipios del área rural del país, con el objetivo de contrarrestar los efectos negativos del cambio climático que afecta diferentes regionales del territorio nacional.Aunque suene abundante, 100 millones de dólares no es mucho, alcanzarían solamente para  4 proyectos del tamaño del de eliminación de aguas servidas de Tarija. Pero está visto que el meollo del asunto no es solamente la existencia o carencia de financiamiento, sino la eficiencia de gestión, de administración y por eso es bueno rematar repasando lo que “eso” es:Administración es la ciencia o técnica encargada de la planificación, organización, dirección y control de los recursos (recursos humanos, financieros, materiales, tecnológicos, de conocimiento, etc.), con el fin de obtener el máximo beneficio posible. Y en eso, en administración, sea relacionada con el gas, con el agua o con lo que sea, no estamos bien. Lo primero es reconocerlo y admitirlo. Luego remediarlo.

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