Repensar la crisis actual

Un Alcalde en un sector acomodado de Santiago de Chile aplicaba criterios muy duros para desactivar las demandas estudiantiles  y los diarios centrales mostraban algunas opiniones en las redes sociales que se conocen por los medios tradicionales, y uno de los opinantes decía que el Alcalde...

Un Alcalde en un sector acomodado de Santiago de Chile aplicaba criterios muy duros para desactivar las demandas estudiantiles  y los diarios centrales mostraban algunas opiniones en las redes sociales que se conocen por los medios tradicionales, y uno de los opinantes decía que el Alcalde tenía un alto apoyo (62%) que silencia otras opiniones.Las redes sociales están llenas de opiniones y en estos casi 2 años últimos el mundo financiero especulativo sigue su marcha de poder frente a las marchas callejeras cuyos resultados son inciertos. Le Monde Diplomatique de Septiembre en Argentina, en un artículo le dedica 6 o 7 líneas a las marchas y reclamos estudiantiles en Chile  que representan un discurso fuerte, de cambio de paradigma y no de maquillaje en la educación, que cada día pierde fuerza mediática, y la oposición ni siquiera sabe cómo serlo, y deja que sean los estudiantes quienes se desgasten para ver por donde entrar para obtener algunos réditos.Claro, dirá alguien en Bolivia aparece la represión contra grupos que tienen ideas contrarias al gobierno y allí, ¿hay que mantener silencio?El Mercosur comienza a tener su tectónica de placas y podría separar a los países pequeños dado el proteccionismo que los grandes quieren imponer.Unasur es una palabra y entre nosotros apenas nos conocemos ya que la posibilidad más cercana es la televisión por aire que los canales de cable incluyen que es realmente lamentable. Un ejemplo, Chilevisión, policiales y farándula. Cada lector agregue los de su país.Una pregunta, ¿cómo se democratiza la comunicación si no hay una participación auténtica de periodistas y claridad sobre qué informar y bajo qué criterios de información e investigación se escribe?No veo ninguna novedad, ni tampoco una edición atractiva (fotos, ilustraciones) en los entes que se han unido y tampoco una lectura atenta del día a día dado que la comunicación es una acción orientada al entendimiento y que tiene dos componentes semióticos centrales. Uno crear un vínculo con el otro,  sea institucional o personal y el otro el componente cognitivo que permite recurrir a los saberes de la cultura para aceptar una propuesta, rechazarla o buscar concretamente los modos de construir consensos realizables que apunten al cambio de actitud personal social y cultural. Mientras tanto la crisis sigue viento en popa destruyendo empleos, privatizando, bajando salarios, y los demás, las mayorías cada día más perplejas.*Walter Dennis Muñoz es Periodista

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