Suramérica en el nuevo escenario global

Efectivamente, cuando se producen estos atentados terroristas estábamos en un escenario que supuestamente pregonaba un siglo de hegemonía norteamericana, una vez terminada la guerra fría. Pero hoy, un decenio después, nos encontramos en un proceso de reacomodo, con una China que se colocó...

Efectivamente, cuando se producen estos atentados terroristas estábamos en un escenario que supuestamente pregonaba un siglo de hegemonía norteamericana, una vez terminada la guerra fría. Pero hoy, un decenio después, nos encontramos en un proceso de reacomodo, con una China que se colocó como la segunda economía del mundo y seguramente con probabilidades de pasar a ser la primera en una década, unos países emergentes que cada vez se posicionan como potencias globales como Brasil, Rusia, India y otras potencias regionales como Turquía, Suráfrica. No hay duda que en estos cambios han incidido tanto las tendencias de crecimiento de largo plazo como otros factores: la crisis económica del 2008, que en realidad no ha podido superarse y que parece estarle pasando una cuenta de cobro alta a la Unión Europea –una región debilitada-  y a Estados Unidos, pero igualmente hay que señalar que las guerras que adelantó Estados Unidos como resultado del 11-9, Afganistán, Irak y la guerra contra el terrorismo, han conllevado un alto costo económico y político para Estados Unidos. Pero hoy en Suramérica igualmente tenemos un escenario diferente. Una serie de gobiernos de centro-izquierda, que a algunos les molesta pero que son el resultado de los procesos democráticos en sus sociedades, otros gobiernos más de centro y un proceso de integración regional expresado en UNASUR que refleja un nuevo modelo de integración, que en un evento la semana anterior en FESCOL fue denominado acertadamente como ‘un club de presidentes’, para indicar con ello que no se trata del modelo multilateral clásico, sino una integración que apunta a buscar espacios de coordinación de las políticas públicas –por ahora con importancia en defensa y en política macroeconómica-. En principio el actor global que comienza a jugar duro en la región sin duda es China. “Un informe del ISS señala que el gigante chino ha incrementado sus relaciones de cooperación comercial y económica con Latinoamérica en los últimos años por su interés en materias primas y que este hecho está teniendo un gran impacto sobre la región, que mostró en 2010 un crecimiento económico promedio de 6 por ciento.” Igualmente es importante resaltar que un país de la región, Brasil, cada vez más es considerado un actor global relevante, sin embargo la fortaleza de su liderazgo regional no es la mejor, probablemente porque no parece haber mostrado claramente su deseo de serlo y de asumir los costos que esto conllevaría. La preocupación es porqué la región suramericana no está buscando actuar de manera unificada en este nuevo escenario global y ser protagonista dentro del mismo y no simplemente contentarse con ser exportadora de materias primas. Al respecto el Informe del ISS mencionado anota que “más del 90 por ciento de las inversiones totales en 2010 estuvieron dirigidas a la extracción de recursos naturales” y esto nos lleva a plantear una gran preocupación: si Suramérica simplemente va a pasar de ser una región dependiente de los Estados Unidos –neocolonias la llamaron algunos- a ser una proveedora de materias primas de China –país altamente necesitado de éstas- y seguir en ese mismo rol de dependencia, o por el contrario va a buscar agregarle valor a sus materias primas y sobretodo actuando coordinadamente, lograr ser protagonista del nuevo escenario global. Lo deseable no es pasar de una dependencia a otra, sino poder jugar simultáneamente frente a los poderes globales, tanto los ascendentes, como los que dejan de ser hegemónicos, pero siguen siendo relevantes.*Alejo Vargas Velásquez es profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia

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