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Los temas crónicos

Pero los hay también de los otros, aquellos de los que se decía que nunca aparecerían en los periódicos, como el de la mosca en una botella cerrada de gaseosa. No hace mucho se sostenía que eso era algo imposible de aparecer como noticia en un periódico. Pero no era cierto, porque leímos...

Pero los hay también de los otros, aquellos de los que se decía que nunca aparecerían en los periódicos, como el de la mosca en una botella cerrada de gaseosa. No hace mucho se sostenía que eso era algo imposible de aparecer como noticia en un periódico. Pero no era cierto, porque leímos en un periódico nacional (La Prensa) algo mucho más radical que eso: “Las gaseosas pueden causar enfermedades”. Y no es una noticia especulativa, sino declaraciones de nada menos que una médica: la directora del Policlínico Miraflores de la Caja Nacional de Salud., María Eugenia Castro, para más señales.Insistamos, en embargo, que no es que los peligros para la salud derivados del consumo de bebidas gaseosas estén recién descubiertos, sino que lo extraño es que se los mencione en un medio de comunicación social, así, como si nada. Algo ha cambiado. No hay duda.En síntesis, la doctora Castro dijo que estas bebidas —especialmente las colas—son adictivas. Que pueden provocar problemas de diabetes, osteoporosis y una serie de trastornos gástricos en la salud del ser humano. Además, existen gaseosas con alto contenido en fósforo, que si se beben en exceso, dificultan la absorción de calcio en el cuerpo, generando la osteoporosis, que es el adelgazamiento del tejido óseo y la pérdida de la densidad en los huesos con el paso del tiempo.Bien analizado, cualquiera de esos “perjuicios” es mucho más impactante que informar que se encontró una mosca en una botella de cualquier otra gaseosa de marca “conocida”.La historia de estos productos comenzó en Nueva York,  1832, cuando John Matthews inventó un aparato para mezclar agua con gas de dióxido de carbón, y además agregarle sabor. Cincuenta años más tarde, otro farmacéutico, John S. Pemberton, experimentó en Atlanta con hierbas y especies como nuez de kola africana y la hoja de coca. El resultado: una bebida que bautizó como Coca Cola.De la expansión de tales productos por todo el mundo, donde se los encuentra inclusive allí donde no hay agua potable, de su multimillonaria publicidad y de las particularidades de cada uno hay sobrada historia escrita y no es tema de este  comentario.A donde nos llevan estas ideas es a la inminencia del cambio que podría rematar con la mercantilización cada vez más masificada del agua potable embotellada. “Simplemente” eso, sin aditivos, sin aromatizante, sin colorantes que, por cierto, son “costos que se pueden evitar”.Embotellar agua potable es un negocio que ya existe y no estamos emitiendo juicios de valor sobre eso. Sólo hacíamos un poco de “futurología” con el fin de eludir por hoy los temas crónicos.

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