Ley de Hidrocarburos, tema pendiente y recurrente

Entre las recomendaciones –que se pueden leer en la prensa nacional- está el “llamado al Gobierno” para modificar la actual Ley de Hidrocarburos para generar la confianza y dinamizar la inversión.En ese orden el presidente de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía, dijo que...

Entre las recomendaciones –que se pueden leer en la prensa nacional- está el “llamado al Gobierno” para modificar la actual Ley de Hidrocarburos para generar la confianza y dinamizar la inversión.En ese orden el presidente de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía, dijo que “la Ley de Hidrocarburos tiene que ser adecuada a la realidad”, criterio que desde ésta tribuna aplaudo y saludo fervientemente porque el máximo líder empresarial del sector energético sabe que un país con la vocación de producción de derivados de industria de gas natural como el nuestro debe tener el paraguas de una nueva legislación especializada, moderna, ágil, atractiva de capitales externos y acorde al siglo XXI.En esa dinámica de sugerir al poder Legislativo y al Ejecutivo me adscribí desde el primer día en que el actual régimen asumió el poder: a que diseñe una nueva política energética, con políticas públicas confiables y las plasme en una Ley de Hidrocarburos, adicionalmente se reforme el sistema eléctrico con una nueva Ley de Electricidad y se impulse la actividad energética.Desde 2005 se está insistiendo a los parlamentarios la urgencia de que tomen la iniciativa de discutir una nueva legislación en la materia. La actual Ley –que dicho sea de paso- es de la anterior administración gubernamental no está acorde a la realidad y estatizó completamente el upstream y downstream, sin fijarles un rol específico a los agentes de economía privada.Aunque es cierto también que cada vez el ministro del área anda diciendo que la Ley de Hidrocarburos “se está trabajando”, no es entendible que siendo que la actual administración estatal tiene mayoría legislativa en más de 5 años de gestión no haya consensuado ni menos aprobado una Ley de Hidrocarburos, matricial para la economía nacional y que sus política de “nacionalizaciones” de la que ya se olvidaron nunca tuvo sustento técnico de políticas públicas adecuadas.Por ello es que en 2006 se sugirió que se convoque a un Consejo de energía e hidrocarburos compuesto por ciudadanos que colaboren al Legislativo en la redacción de esa Ley que además de tener por visión la industrialización a escala del gas natural debe ya pensar en conceptos tales como shale gas (producción de gas no convencional) que van ser parte de la economía boliviana pero siempre y cuando hayan capitales externos para lograr réditos en su explotación.Una nueva ley sectorial permitirá abrir a Bolivia a nuevos capitales para exploración de gas convencional y no convencional, además generar condiciones para mejorar producción (más pozos de exploración y más pozos de producción), mejorar condiciones de refino (upgrade) y comercialización y arrancar con los procesos de escala de industrialización, entre ellos petroquímica, conversión de gas a líquidos y generación eléctrica.Estamos en la etapa dorada del gas natural en el mundo y Bolivia está a tiempo de dar el salto cuantitativo en mejorar condiciones para sus ciudadanos.*Master en Administración, consultor del sector privado.

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