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Gasolinazos no deben reemplazar políticas públicas

Los reajustes del precio de combustibles no son la solución ni van a serlo. Son simples paliativos que atacan al sector industrial, propietarios de vehículos y el transporte de carga. Y a toda la sociedad en su conjunto con un efecto cadena-negativo.Como hemos venido indicando: son varios los...

Los reajustes del precio de combustibles no son la solución ni van a serlo. Son simples paliativos que atacan al sector industrial, propietarios de vehículos y el transporte de carga. Y a toda la sociedad en su conjunto con un efecto cadena-negativo.Como hemos venido indicando: son varios los estudios que señalan que aproximadamente USD 1500 millones se despilfarraron en subvenciones, capital que bien podría apalancar el inicio de un proyecto de planta de GTL (gas a líquidos) aprovechando la riqueza del gas natural boliviano, dándole valor agregado y produciendo, por ejemplo, diesel de mejor calidad que inundaría el mercado interno y sobraría, en volúmenes importantísimos, para exportar a precios internacionales a Chile, Brasil o cualquier país que requiera diesel. Vale decir: la fórmula de incrementar precios no debe suplir las políticas públicas relacionadas a industrialización, a generación de valor agregado a partir del gas.Tanto las características técnicas, como de mercado y el proyecto de una planta de GTL para el Chaco han sido ampliamente debatidas en todos los foros y particularmente desde ésta columna las hemos analizado hasta el cansancio. De igual forma la viabilidad comercial del GTL a nivel mundial es algo que ya nadie debe objetar ni discutir. Sólo los agoreros y negativistas.Los subsidios que se otorgan a través de los precios no benefician a nadie y por el contrario desangran el arca estatal evitando los proyectos de escala que hemos señalado.Lo que debería hacer el Presidente es impulsar una nueva Ley de Hidrocarburos que es tan necesaria en el país y que estimule desde el Estado la organización de compañías mixtas en exploración, explotación y desarrollo de campos, producción de petróleo y gas, fundamentalmente, y arrancar con la industrialización, caso concreto de GTL para producción de diesel sintético. Lo que no debe hacer es seguir el consejo de los que quieren –en su entorno- incrementar precio de combustibles.Le he sugerido, respetuosamente, que convoque a consejo de ciudadanos de todo el país y de todos los sectores para que sea un “consejo nacional de energía e hidrocarburos” que oriente y asesore al Legislativo en la redacción de una ley moderna.Aquí una reflexión reiterada: a los Legisladores y grupos de presión del país en vez de estar enfrascados en la batahola de la carretera transdepartamental Cochabamba-Beni (que mediáticamente se denomina Tipnis) debieran estar avocados a debatir la atracción de capitales para el sector energético. La carretera puede ser muy importante pero no es vital en comparación a nuestra vocación y visión de energía e hidrocarburos.Inclusive una reflexión a los economistas que se esfuerzan en buscar compensaciones y explicaciones técnicas al tema del subsidio: deben impulssr desde su sapiencia para que se discutan políticas públicas en energía e hidrocarburos que lleven los proyectos a la realidad.El ajuste de precios de los combustibles para el mercado interno -de ocurrir en el futuro- será “para abajo” cuando se haya inundado el mercado interno de diesel ecológico producido a partir de gas natural. En ese momento, ocurrirá lo que todos queremos: equidad en el uso sostenible de la energía barata (entre ellas el combustible).Éstas son ideas y criterios que deben estar en el marco de políticas públicas que sostengan una nueva Ley de Hidrocarburos.*Máster en Administración de negocios y consultor del sector privado.

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