Consejo Suramericano de Economía y Finanzas
Surgió allí el Consejo Suramericano de Economía y Finanzas para pensar, en la coyuntura, estrategias comunes de la región ante las “turbulencias” de la crisis mundial, según relató el anfitrión, el ministro argentino y candidato a vicepresidente por el oficialismo. La reunión...
Surgió allí el Consejo Suramericano de Economía y Finanzas para pensar, en la coyuntura, estrategias comunes de la región ante las “turbulencias” de la crisis mundial, según relató el anfitrión, el ministro argentino y candidato a vicepresidente por el oficialismo. La reunión ocurre en una semana de recrudecimiento de la crisis, principalmente entre los principales países del capitalismo. En principio, vale mencionar que era hora que se asumiera entre los gobiernos de la región que la crisis es “mundial” y que por lo tanto, pese a los datos del crecimiento, superior al registro mundial, el problema es “global” y puede tener impacto en nuestros países. Es un cambio en el discurso, supone una modificación en el diagnóstico y el ámbito del análisis compartido, pese a las evidentes diferencias de políticas nacionales, excluye a la potencia hegemónica del continente y el mundo, nada menos que EEUU, epicentro de la crisis. Entre las medidas que empiezan a diseñarse se destacan el fondo latinoamericano de reservas; el uso de monedas locales en el intercambio regional para des-dolarizar; la aceleración y extensión del Banco del Sur y la discusión sobre la banca de desarrollo regional (Corporación Andina de Fomento, CAF, y el Banco Interamericano de Desarrollo, BID). Todo para discutirse en los próximos meses y a considerar su instrumentación de cara a las próximas cumbres presidenciales. El conjunto de medidas apunta a consolidar un “blindaje” regional para reducir la vulnerabilidad externa de los países integrantes del bloque ante la profundidad de la crisis. Las alusiones a la no resolución de la “crisis del 2008” remiten a las preocupaciones latentes ante una recidiva de la recesión mundial ocurrida durante el 2009 y que se espera en el corto plazo, con las regresivas consecuencias sobre el empleo y la calidad de vida de la población empobrecida.