Felipe Herrera
Será su ministro de Hacienda y, al calor del ABC propuesto por Perón, viaja a Buenos Aires elaborando el Tratado que liga económicamente Chile y Argentina. Será siempre admirador del fundador del justicialismo. Ahora se recuerda que, en reunión de los Ministros de Hacienda de la UNASUR...
Será su ministro de Hacienda y, al calor del ABC propuesto por Perón, viaja a Buenos Aires elaborando el Tratado que liga económicamente Chile y Argentina. Será siempre admirador del fundador del justicialismo. Ahora se recuerda que, en reunión de los Ministros de Hacienda de la UNASUR efectuado en agosto del año pasado, se elogia su pionera labor desde el BID. Las agencias de noticias -al menos en Chile- ocultaron aquel homenaje que permite realzar su legado de estadista y su obra de ideólogo. Lo combate con furia el PC, lo excluye de toda función pública el régimen militar y es olvidado por la Concertación. Vivirá sus últimos años en el aislamiento. Lo aprovecha para continuar publicando obras cuyo eje es la tesis de la reintegración de la nación deshecha que es Iberoamérica. Nuestro vínculo comienza cuando apadrina -al interior de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional, específicamente en la Escuela de Periodismo- el Curso Electivo de Integración de América Latina CEIAL. Lo instituye, en 1965 el infrascrito. No es todo, en 1982 contribuye a fundar el Centro de Estudios Chilenos CEDECH. Respalda la postulación del desenclaustramiento de Bolivia, apoya a Argentina en la guerra de Malvinas y aplaude, sin reservas, la paz vaticana respecto al Beagle. Cada 17 de junio -en su residencia de Avenida El Cerro- con motivo de su cumpleaño se congregaron, aun bajo la dictadura, quienes lo apreciabamos y coincidiamos con la filosofía bolivariana.El amable ritual dura hasta 1996. El 17 de septiembre de aquel año fallece a los 74 años quien siempre nos animara en las tareas académicas -donde su libro “Nacionalismo latinoamericano” es texto oficial- y luego fuera asesor permanente del Centro de Estudios Chilenos CEDECH. Me corresponde despedir sus restos en el Parque del Recuerdo.Me acompaña en la triste tarea el entonces Presidente del BID Dr. Enrique Iglesias. La ausencia de la Concertación es deplorable. Hoy Soliz Rada, Fernández Baraibar así como la UNASUR comienzan la tarea de rehabilitar a este ilustre gladiador que se empeñara en la guerra por la unidad del “pueblo continente”.