Dinero dormido del RIN para proyectos energéticos

En razón a que el ambiente de debate de lo que va a ser una NPE Nueva Política Energética y su respectiva Ley de Hidrocarburos está “tomando cuerpo” desde la perspectiva ciudadana, es conveniente hacer precisiones: la nueva Ley debe normar, en uno de sus capítulos, al igual que el tema...

En razón a que el ambiente de debate de lo que va a ser una NPE Nueva Política Energética y su respectiva Ley de Hidrocarburos está “tomando cuerpo” desde la perspectiva ciudadana, es conveniente hacer precisiones: la nueva Ley debe normar, en uno de sus capítulos, al igual que el tema específico de la industrialización de hidrocarburos (de gas en valor agregado), el asunto de la utilización de las RIN en proyectos de infraestructura energética.Ahora habrá que delimitar montos, tiempos y entidades ejecutoras. Inicialmente la EBIH Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos y la corporación Ypfb deberían ser, bajo cabeza de sector del Ministerio de Hidrocarburos, del diseño de proyectos y financiamiento de plantas de industrialización, además de financiamiento de otros planes que tengan que ver exclusivamente con temas energéticos.En ese orden, dado que el ambiente está preparado, sería más que oportuno que las regiones productoras, sus gobernaciones, asambleístas y Parlamentarios, se reúnan en una gran jornada de consenso de lo que vendrá a ser los acápites de la nueva Ley de Hidrocarburos que llevarían a La Paz.Es importante resaltar: sólo la nueva Ley de Hidrocarburos puede establecer el destino de las RIN. Se sugiere un 70% del total deben estar bajo tutela de la ley de Hidrocarburos. El resto podrá ser utilizado en otras áreas estratégicas que el Congreso determine mediante otra ley.La “plata dormida no es ganada” refiere a algo que muchos han estado indicando con mucho acierto: el dinero de las RIN, producto del esfuerzo del Estado boliviano en ahorrar está permitiendo que grandes bancos y corporaciones financieras ganen intereses sin generar para Bolivia excedentes que bien podrían generarse vía proyectos de infraestructura en el área de energía.Es prioritario financiar y asociarse en: exploración intensiva del territorio nacional por los próximos cinco años (aproximadamente 5000 millones USD), mejora de las condiciones de producción, refino y comercialización interna con planes de transporte (USD 5000 millones) planes de industrialización de hidrocarburos a escala en diversas plantas de petroquímica, conversión gas a líquidos, proyectos de exportación vía LNG y termoeléctricas (USD 12000 millones). Esos montos pueden variar pero nos dan una idea que apalancando el 50% de los mismos el Estado boliviano bien podría conseguir socios estratégicos para el financiamiento.Reiteramos: las RIN no deben ir a industrias que no tendrán impacto en el desarrollo económico o en proyectos “elefantes blancos” que sólo dilapidarían esos recursos. Sólo deben ser orientadas a proyectos energéticos.Para la discusión detallada de los mecanismos, los planes, los diseños de plantas de industrialización, las cadenas de financiamiento y las alianzas de projec finance de negocios de escala en gas natural propongo la conformación entre opinión pública, universidades y a los centros de liderazgo empresarial y político para que se consolide una estructura público-privada de deliberación de los temas de energía en Bolivia, un consejo de energía e hidrocarburos, idea que se lanzó, de todas formas, en 2006 a través de un ensayo titulado “Propuesta para Industrializar el Gas a escala y reducir la pobreza” que fue presentada en varios foros en donde se explica los proyectos que en Bolivia se pueden financiar con fuerte presencia estatal y multinacional en industrias de valor agregado al gas natural.La industrialización de gas natural en valor agregado únicamente funcionará con mucho recurso financiero.Las ideas están, el debate debe empezar a tomar conclusiones para que el Poder Legislativo tenga los insumos necesarios para la nueva Ley de Hidrocarburos. *Máster en administración, consultor y ejecutivo del sector privado.

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