Cuando nos hablan del Chagas

De   cuando, generalmente por análisis estadísticos, la enfermedad se pone en primera página, recordándonos, lamentablemente sólo por unos días, que hace falta mucho esfuerzo para sacarla del campo de las noticias recurrentes. Eso sucederá cuando verdaderamente “vivamos bien”.En...

De   cuando, generalmente por análisis estadísticos, la enfermedad se pone en primera página, recordándonos, lamentablemente sólo por unos días, que hace falta mucho esfuerzo para sacarla del campo de las noticias recurrentes. Eso sucederá cuando verdaderamente “vivamos bien”.En estos días, por ejemplo, se nos ha recordado, vía los medios de comunicación, que en Tarija, sin contar al Chaco, de 2006 a lo que va de 2011 fueron registrados 3.457 niños con el mal de Chagas, de los cuales 2.824 reciben tratamiento para su recuperación. La información es oficial, fue suministrada la responsable departamental a cargo de Tratamiento de Chagas Infantil del Programa Enfermedades Endémicas, Soledad Corvera.La funcionaria explicó que el Programa de Chagas no sólo contempla el control de la vinchuca (agente transmisor), sino también la atención integral al paciente afectado con esta patología, la que en la población adulta supera el 50%.A partir de ahí, manipulando cifras se puede uno extender en estudios y más estudios que servirán de registro, pero de nada más, porque lo evidente es que la enfermedad continúa causando muertes, todas lamentables, y todas en última instancia evitables con programas de salud pública serios, eficientes, sostenidos y manejados con la prioridad que se merecen.Pero parecería que eso es pedir mucho, porque la enfermedad, en términos estadísticos absolutos, no disminuye, sino, al contrario, aumenta.Hace algún tiempo, la enfermedad estaba establecida casi exclusivamente en áreas rurales, donde los insectos transmisores, que son principalmente vinchucas y chinches , puede reproducirse mejor y alimentarse en su reservorio natural Actualmente con las migraciones internas desde la zona rural a las grandes ciudades, el establecimiento de la enfermedad de Chagas está cambiando su perfil epidemiológico.De manera que al ámbito de alto riesgo ya no es solamente el campo (el abandonado, sufrido y empobrecido campo) sino también las ciudades. Y definitivamente la enfermedad de Chagas es una enfermedad endémica de América, distribuyéndose desde México hasta Argentina, aunque existen vectores y reservorios incluso en el sur de los Estados Unidos, y en la actualidad se considera una enfermedad, aunque esporádica, con casos identificados en Canadá y los Estados Unidos.Y cuando nos ocupamos de este tema, es imposible olvidar que fue esta enfermedad la que prematuramente se llevó al magnífico artista folklórico y excepcional amigo Alfredo Domínguez, a quien siempre que se da la oportunidad, le rendimos sincero homenaje.

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