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El gran chutazo

Hay otros que ya lo han hecho y, con gran conocimiento y destreza. No, no voy a comentar lo bien que jugaron los bolivianos de la selección nacional, ni el empate con el poderoso equipo argentino.  Me limitaré a decir que, cuando hay voluntad se multiplican las fuerzas y el...

Hay otros que ya lo han hecho y, con gran conocimiento y destreza. No, no voy a comentar lo bien que jugaron los bolivianos de la selección nacional, ni el empate con el poderoso equipo argentino.  Me limitaré a decir que, cuando hay voluntad se multiplican las fuerzas y el ingenio.¡BO-BO-BO-LI-LI-LI-VIA-VIA-VIA…! Una victoria más sonada que la detención del ex jefe de la “inteligencia” antidroga y ex general René Sanabria. Aunque esta hazaña no se la anotó el equipo policial boliviano antidroga sino la satánica DEA. Como es sabido, la captura del narco-general, fue el resultado de una compleja artimaña entre cuyas redes se dejó prender Sanabria. Pero Don Evo no supo nada de esa astuta confabulación y por eso se quejó de que no le hubiesen informado a tiempo.Pero esta columna no tenía la intención de hablar de narcotráfico sino de la Ley de Saneamiento de Vehículos Indocumentados, popularmente llamados  “chutos”. Asunto muy jugoso del que también se ha tratado abundantemente. Cuando hablo del gran chutazo me refiero a la monumental e incomprensible  oficialización del contrabando de los vehículos viejos y nuevos que ingresan al país sin pagar los impuestos aduaneros que establece la ley. Según informa la Aduana Nacional, el pasado fin de semana se calculaba se inscribieron en todo el país, para ser “nacionalizados” más de 128,059 unidades.  Un “éxito” inexplicable si se recuerda que el 2008, el Gobierno decretaba la prohibición de ingresar al país coches usados con mas de cinco años y ahora abre las puertas a toda la chatarra se quiera, y de esta forma incoherente se justifica declarando que, por fin, los pobres tendrán coche propio. Ojalá se cumpliera este propósito.  Pero, al mismo tiempo,  las calles se llenarán de chatarra rodante, el Gobierno tendrá que aumentar el subsidio que otorga a los carburantes, después de que tuvo que anular el odiado “gasolinazo” el 31 de diciembre de 2010.Sin embargo, a los choferes sindicalizados se les permitió que sus vehículos con más de 12 años, sigan trabajando, con evidente peligro de cuanto bicho viviente se les ponga por delante, pese a las “rigurosas”  inspecciones técnicas que se les exija. Sabemos cuán poco fiables son tales inspecciones. El otro aspecto que tampoco resulta fácil de comprender es la pasividad de los taxistas que, con miles de chutos en las calles, tendrán una competencia abusiva y desleal.  Me cuesta  creer que este gremio no haya  protestado con la misma fuerza que algunos sectores  acostumbran a manifestarse masivamente cuando alguna pulga les pica. Tengo buenos amigos taxistas y me preocupa que los chutos les disminuyan sus flacos ingresos.  Llama también la atención que, para “nacionalizar” esas decenas de miles de chutos se necesitarán más de seis de trabajo burocrático. ¡Será éste un procedimiento calculado para crear más puestos de trabajo, ya que, hasta ahora no se instalaron las fantásticas industrias que tenían que acabar con el desempleo?Ante tantas contradicciones e incoherencias, el Gobierno muestra su propia inseguridad y la contagia a la ciudadanía que cada día está más perpleja. Y Dios quiera que, en medio de tanto barullo no se estén encubriendo negocios innombrables.

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