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Ser y parecer honesto

Ahora nos ocuparemos de eso un poco aquí, sin pretender filosofar, porque el que fuera jefe del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, detenido en Nueva York desde el 14 de mayo bajo acusaciones de violación sexual a una camarera, fue liberado y ya no tendrá arresto...

Ahora nos ocuparemos de eso un poco aquí, sin pretender filosofar, porque el que fuera jefe del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, detenido en Nueva York desde el 14 de mayo bajo acusaciones de violación sexual a una camarera, fue liberado y ya no tendrá arresto domiciliario, aunque el proceso sigue.No vamos a especular sobre la decisión del juez, pero es evidente que la defensa debió disponer de muchos recursos, especialmente recursos financieros, para lograr esa libertad y en la noticia que da cuenta del hecho se menciona, inclusive, que encontraron que la camarera mintió en algunos detalles y también descubrieron inconsistencias en algo tan fuera de tema como sus pagos de impuestos. La televisión nos muestra a saciedad cómo pueden ser de marrulleros y chicaneros los abogados en los procesos judiciales norteamericanos, pero la realidad es mucho peor.Sin embargo, a pesar de todo eso, el abogado de la camarera (que sigue siendo víctima y ahora además víctima del sistema) demostró que “hay pruebas médicas que evidencian que Dominique Strauss-Kahn atacó a la víctima y le hizo daño” y aseguró que no mantuvieron una relación sexual de forma “consentida”.Ese es el comportamiento de quien fuera uno de los jerarcas del sistema financiero internacional y un serio aspirante a la presidencia de Francia, antes del escándalo. Quizás siga aspirando, porque a diferencia de lo que pensaban los romanos, hay ahora jerarquías, inclusive presidenciales, para las cuales no hace falta parecer honesto. Y tampoco serlo, por supuesto. Y existen muchísimos ejemplos para probarlo.Y suceda lo que suceda, finalmente, con ese personaje, viéndolo bien, lo escandaloso no es lo que haya hecho o no haya hecho. Lo escandaloso es que el Fondo Monetario Internacional exista y día que pasa, especialmente en Europa y puntualmente en Grecia, Portugal y España, están tomando conciencia de eso. Dolorosamente, por cierto.Al agresivo francés que tenía ese bochornoso comportamiento valiéndose de su privilegiada posición burocrática, le sucederá en la conducción del FMI una mujer, Christine Lagarde quien asumirá sus nuevas funciones el próximo martes.Es la primera vez que una mujer queda al mando de esa institución, desde que fue creada en 1944. Es poco probable, entonces, que escándalos como el protagonizado por Strauss Kahn se repitan en el futuro, aunque seguramente la nueva directora gerente también se alojará en hoteles que cobran 3.000 dólares la noche, pero algún otro tipo de escándalos aparecerán porque, como decíamos más arriba, lo esencialmente escandaloso es que instituciones como el FMI existan.Y nada de raro tendría que Dominique Strauss- Kahn, de alguna manera, termine siendo indemnizado.  No estamos exagerando, porque situaciones como esa ya se han producido.

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