A sueldo de los narcos

Había varios presidentes, ministros, jefes militares y diplomáticos. Entre esas personas estaba la “gente a sueldo de los narcos”.Quien lo dijo no era un invitado de tercera, sino el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, por muchas razones una de las personas que necesariamente tiene...

Había varios presidentes, ministros, jefes militares y diplomáticos. Entre esas personas estaba la “gente a sueldo de los narcos”.Quien lo dijo no era un invitado de tercera, sino el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, por muchas razones una de las personas que necesariamente tiene que saber mucho sobre el tráfico de drogas, porque su país es uno de los que más víctimas ha puesto en ese “negocio”. Allí, la cocaína ha financiado y financia aún, indistintamente, a las guerrillas de izquierda, a los paramilitares de extrema derecha que se le enfrentan y les disputan territorio e inclusive a las “fuerzas regulares”, pues muchas veces cocaína decomisada por ellas ha sido reciclada. Son varios los casos investigados.En forma equivalente a los “señores de la guerra” de Afganistán, los “señores de la guerra” en Colombia apelan todos a la cocaína para financiar sus operaciones, con la complicidad de soldados, policías, funcionarios públicos y hasta religiosos. Eso no es un secreto para nadie, pero nadie se había atrevido a decírselo “en su cara” como lo hizo Santos en Guatemala.Para que no quede ninguna clase de duda sobre lo que estaba hablando, Santos agregó, de inmediato: “las mafias lo primero que hacen es penetrar, corromper y buscar la información que les sea útil”.Remató el presidente colombiano insistiendo en que  “para acabar con el crimen organizado “tenemos que pegarle a todos los eslabones de la cadena”. Es necesario golpear el cultivo de la droga, el procesamiento, los laboratorios, el transporte, el consumo, el lavado de activos y la incautación de los bienes provenientes del narcotráfico, dijo.Pero si revisamos quienes están detrás de las rejas veremos que proporcionalmente es abrumadora la cantidad de peones y ni un solo “capo”. Las “mulas” que es como se llaman los transportadores de pequeñas cantidades de droga llenan las cárceles. No sabemos, sin embargo, de un solo banquero que les haga compañía por haber “lavado” las exorbitantes utilidades que deja el tráfico. Dudamos que haya un solo banco que esté libre de culpa.No sabemos si a la reunión en Guatemala habrá ido algún boliviano de los muchos que tiene la burocracia especializada en la “guerra” contra las drogas. No sabemos tampoco si le caerá como guante lo que dijo el presidente Santos. Lo único que sabemos es que 40 años después de haber sido embarcados por Washington en esta “guerra”, es hora de pensar seriamente en algo diferente, porque lo único que hemos conseguido es fomentar la formación de mafias de todo tipo y la contaminación de todas las actividades con ese nefasto tráfico.¡Ah! Y casi nos olvidamos de algo que no es lo menos importante: En esos 40 años también el consumo de cocaína ha aumentado exponencialmente.Esto es nomás un soberano absurdo, concebido, sostenido y tercamente mantenido por los mandamás de Washington, que tienen por supuesto intereses imperiales específicos en “guerras” como esta contra las drogas.A ver hasta cuándo la toleramos.

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