Lo que el FMI “recomienda”

pero cuando el Fondo Monetario Internacional “mete su cuchara” en esos temas los envilece, porque ya sabemos lo que busca: salvar un modelo económico capitalista y monetarista, aún a costa de sacrificios sociales de cualquier índole.Y esto que quede claro que no son prejuicios nuestros, sino críticas muy bien fundamentadas de brillantes economistas, entre ellos el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, quien además, fue durante muchos años miembro de la otra entidad perversa creada junto al FMI, el Banco Mundial. Luego, Stiglitz los conoció “por dentro”Sus críticas son muy precisas y concretas. Vale la pena conocerlas bien:* Saneamiento del presupuesto público a expensas del gasto social. El FMI apunta que el Estado nunca debe otorgar subsidios o asumir gastos de grupos que pueden pagar por sus prestaciones, aunque en la práctica esto ha resultado en la disminución de servicios sociales a los sectores que no están en condiciones de pagarlos. Esto se recomienda siempre, “a ojo cerrado”.* Eliminación de subsidios, tanto en la actividad productiva como en los servicios sociales, junto con la reducción de los aranceles.* Reestructuración del sistema impositivo. Con el fin de incrementar la recaudación fiscal, ha impulsado generalmente la implantación de impuestos regresivos de fácil percepción (como el IVA)* Eliminación de barreras cambiarias. El FMI es siempre partidario de la libre flotación de las divisas y de un mercado abierto.* Implementación de una estructura de libre mercado en prácticamente todos los sectores de bienes y servicios, sin intervención del Estado, que sólo debe asumir un rol regulador cuando se requiera.* El concepto de servicios, en la interpretación del FMI, se extiende hasta comprender áreas que tradicionalmente se interpretan como estructuras de aseguramiento de derechos fundamentales, como la educación, la salud o la previsión social.* Políticas de flexibilidad laboral, entendida como la desregulación del mercado de trabajo.Estas medidas han sido aplicadas  sido aplicada en forma desalmada por “recomendación” FMI, casi mecánicamente, con resultados nefastos, en varios países.Y esto no es casualidad, ni mucho menos. El FMI fue armado así. Por eso, de los 24 directores ejecutivos elegidos entre los países miembros del Fondo. Solo Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia y el Reino Unido pueden elegir un director sin ayuda de ningún otro país. China, Arabia Saudí y Federación Rusia eligen de facto un director cada uno. Los demás 16 directores son elegidos por bloques de países. Cada director tiene un derecho de voto que tiene distinto valor, desde 16.74% el del director de los Estados Unidos,  hasta 1.34%, el voto de24 países de África juntos.Como se puede comprobar, el FMI es perverso no propiamente por la libido de su presidente, sino porque la perversión está en su propia esencia institucional.