Desde la tierra 60 años del Goethe Institut

Coincide con la decisión del estado federal que ha trazado una política pública para confirmar hacia adentro y hacia fuera que la Alemania actual es una sociedad pluri multi.Los bolivianos, sobre todo en la época actual, tenemos mucho que aprender de esa decisión que es continuada por todas...

Coincide con la decisión del estado federal que ha trazado una política pública para confirmar hacia adentro y hacia fuera que la Alemania actual es una sociedad pluri multi.Los bolivianos, sobre todo en la época actual, tenemos mucho que aprender de esa decisión que es continuada por todas las autoridades, más allá de los cambios de primer ministro, de parlamentos o de gabinetes. La política de la Alemania intercultural vence en silencio el pasado de la Segunda Guerra Mundial y los resabios de las ideas nazistas de “raza superior”.El telespectador de la “Deutsche Welle” encuentra presentadores de cabellos negros, de tez canela, o de ojos rasgados. ¿Esa es la televisión alemana?, preguntará algún despistado. Para la mayoría es un mensaje que completa los discursos oficiales. Hoy Alemania es más y más la nación soñada por Goethe, que se nutre con la migración y respeta todas las culturas.Ya lo destacamos durante el mundial de futbol. La camiseta del negro, amarillo y rojo se lucía en cuerpos de todas las tonalidades. Los sigfridos, fritz y franz se complementaron con los joaos.Es el resultado de un trabajo permanente del Goethe Institut, de revistas como Humbolt, que durante años predicaron la importancia de conocer y compartir con otros grupos humanos. A través de sus actividades culturales, que no se limitan a la enseñanza del alemán, varias generaciones aprendimos más y mejor sobre el ancho mundo.En el ambiente boliviano, el afán por relacionar las expresiones artísticas de allende el mar con los Andes y la Amazonía tiene una data secular. Ya a fines del Siglo XIX los comerciantes berlineses querían una asociación cultural, no sólo una organización de migrantes. A la experiencia de la Asociación Alemana de Cultura sucedió el Centro Cultural Alemán en 1938.En 1954 fue creado el Instituto Cultural Boliviano Alemán por alemanes y por bolivianos interesados en la difusión de la cultura universal. Una década más tarde se consolidó el contrato entre éste y el Goethe Institut de Munich. En 1976 se cobijó esa relación a nivel ministerial y el Goethe boliviano se autodefinió como un instituto para la difusión del idioma alemán y la cultura internacional.Durante estas décadas, a pesar de crisis económicas, no dejó de alentar el intercambio cultural, el apoyo alemán a artistas y pensadores bolivianos, coordinando con la embajada alemana. La cooperación alemana se destacó durante este medio siglo por atender demandas de la estética, del patrimonio inmaterial como la restauración de iglesias o las becas a estudiantes de todo el país. Logró una presencia en diferentes ciudades y en todas ellas la población accede a una amplia biblioteca, videoteca y a conferencias, seminarios, exposiciones, conciertos, debates, cine.Seguramente no soy la única boliviana que desde la adolescencia asiste a esas ofertas gratuitas o de bajísimo costo. La existencia del Goethe Institut es una prueba de que otro mundo es posible, el del conocimiento, el goce, el diálogo intercultural y la paz

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