Suecia quiere jugar a la guerra

Ahora el Ministerio de Defensa busca asumir importantes responsabilidades dentro de la estrategia bélica europea. Los efectivos militares de los países de la Unión Europea e incluidos los de Turquía, a partir del próximo año, podrán recibir en el norte de Suecia un curso de adiestramiento...

Ahora el Ministerio de Defensa busca asumir importantes responsabilidades dentro de la estrategia bélica europea. Los efectivos militares de los países de la Unión Europea e incluidos los de Turquía, a partir del próximo año, podrán recibir en el norte de Suecia un curso de adiestramiento de resistencia, desplazamiento y combate en climas subárticos e invernal. Esta iniciativa se desprende de los acuerdos que se tienen a nivel de Ministerios de Defensa de los países signatarios de la UE. Corresponderá ahora al gobierno del Primer Ministro sueco Fredrik Reinfeld aprobar o rechazar la propuesta. El objetivo -argumenta la Defensa sueca- con los cursos de entrenamiento de dos a tres semanas, es proporcionar una óptima preparación a los efectivos del servicio militar europeo. Esa misma repartición oficial explica que este programa no afectará la economía nacional, todo gasto será asumido por el país participante del programa de adiestramiento que entraría en funcionamiento en 2012 y se ha elegido el norte de Suecia, región de montañas de picos elevados y paisajes llenos de infinitos bosques de pinos, llanuras polares, praderas y glaciares. Todo lo anterior es apenas una muestra de los objetivos que persigue el gobierno sueco de ingresar a la OTAN y participar activamente en la elaboración de políticas de defensa europea y en la orientación de estrategias y asuntos militares.En esa dirección el parlamento sueco aprobó el 1 de abril último, el envío de 8 aviones de combate para que se adhieran al esfuerzo multinacional de la OTAN en Libia. Ocho días después - por primera vez en casi 50 años- los aviones militares suecos participan en una serie de vuelos de combate en el marco de la operación internacional bajo el mando de la OTAN. Así Suecia cumplió su ansia por participar en cualquier juego de carácter bélico.Debemos hoy reconocer -lamentablemente-que la “neutralidad sueca” no existe más. Esa posición por mucho tiempo dio origen a la expresión popular “hacerse el sueco” , habiéndose aplicado habitualmente cuando alguien parece desoír adrede alguna orden o evita involucrarse en algún asunto. Durante el transcurso de ambas guerras mundiales Suecia se mantuvo oficialmente neutral, aunque su neutralidad en la Segunda Guerra Mundial ha sido muchas veces ocasión de debate. La política exterior sueca de no participar en los conflictos bélicos la benefició enormemente, proporcionando prosperidad al país y bienestar al pueblo. Si nos atenemos a los sucesos más recientes es bueno citar los documentos filtrados por WikiLeaks que se refieren específicamente a Suecia y titulado por el periódico Svenska Dagbladet: “Suecia ya no es neutral”. En efecto, telegramas y cables de 2007 y 2008 muestran la activa participación sueca en la Asociación para la Paz (en inglés Partnership for Peace), de la OTAN y su rol de liderazgo en la Agrupación Nórdica de Combate (Nordic Battlegroup), de la Unión Europea, que nada tienen que ver con el proclamado no alineamiento de Suecia. Incluso llegó a tolerar, que la CIA, que transportaba presuntos terroristas, hiciera en 2006 paradas en su territorio y se afirma que también es un centro de información clave para Washington acerca del dispositivo militar de Rusia y el programa nuclear de Irán.Tras la supuesta muerte de Osama Bin Laden, el Ministro de Relaciones Exteriores Carld Bildt no disimula su pretensión por sentar el precedente sueco en la lucha contra el terrorismo, al sostener que su país cumplió diez años en la línea del frente con 572 soldados en Afganistán. Hasta ahora y desde hace algún tiempo los militares suecos han sido acreditados en misiones de paz en operaciones en Chipre, la República Democrática del Congo, Bosnia y Herzegovina, Kosovo, Liberia, Líbano, Afganistán, Chad y por último Libia.Actualmente, una de las tareas más importantes para las Fuerzas Armadas de Suecia es la de crear un grupo de combate de la Unión Europea que sea liderado por Suecia, en el cual Noruega, Finlandia, Irlanda y Estonia también contribuirán.Suecia -según fuentes del Ministerio de Defensa- cuenta con casi el doble de aviones militares que Noruega, Dinamarca y Finlandia. Tiene los mismos submarinos y corvetas que Finlandia, (Dinamarca carece de submarinos) y cuenta con menos personal en el Ejército que Finlandia. “Nuestras unidades en el futuro serán más accesibles y tendrán mayor calidad”, afirmó recientemente el Ministro de Defensa de Suecia Sten Tolgfors.Para las autoridades de la Defensa sueca la cooperación militar no es una alternativa política de seguridad independiente es un complemento con los países nórdicos, con las Naciones Unidas, la OTAN y la UE y ello justifica una costosa y amplia campaña publicitaria anunciada durante el año electoral (2010), para reclutar jóvenes al ejército y de paso hacer real el papel «garante y protector» de las fuerzas armadas en conflictos internacionales que en muchos casos sobrepasan los límites asignados en la ley y esto se parece en mucho a la doctrina del ejército norteamericano. La visión de la futura cooperación de defensa sueca incluye una serie de elementos: contribuciones de tropas a misiones internacionales de paz, el desarrollo, adquisición, mantenimiento y desarrollo de material, formación de oficiales y ejercicios. Otra área es la del fortalecimiento de la industria militar de los países nórdicos, con las previsiones de crear un espacio para la producción común y el despliegue de unidades. Así pues Suecia en el contexto internacional no dejará de hablarnos de paz y cooperación, lo que no revelará son las ganancias que le reportan sus exportaciones de armamentos con el rótulo de cooperación, porque nunca han explicado exactamente de qué tipo de cooperación se trata.

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