Menchú, candidata

Y no propiamente por Barack Obama, uno de los últimos premiados y uno de los más cuestionados también, sino por muchos otros, algunos tan flagrantes actores de la violencia, como Henry Kissinger.Pero, precisamente para no generalizar, en muchas otras ocasiones, esos premios instituidos por el...

Y no propiamente por Barack Obama, uno de los últimos premiados y uno de los más cuestionados también, sino por muchos otros, algunos tan flagrantes actores de la violencia, como Henry Kissinger.Pero, precisamente para no generalizar, en muchas otras ocasiones, esos premios instituidos por el inventor e industrial sueco Alfred Nobel llegaron a dignos destinatarios, es decir, “a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz”.Uno de esos meritorios premiados con el Nobel de La Paz, es Rigoberta Menchú, la dirigente indígena guatemalteca, que ha confirmado hace poco que buscará la presidencia de su país, en las elecciones de septiembre próximo.Rigoberta Menchú Tum es una líder indígena guatemalteca y defensora de los derechos humanos, miembro del grupo Quiché-Maya. Es Embajadora de Buena Voluntad de la Unesco. Desde muy pequeña conoció las injusticias, la discriminación, el racismo y la explotación a la que son sometidos cientos de miles o incluso millones de indígenas que viven en la pobreza extrema en Guatemala, donde Estados Unidos siempre ha utilizado la férula para proteger los intereses principalmente de la corporación bananera United Fruit Company, de tenebroso historial de violencia en muchos países del área.Por cierto, en Colombia, la United Fruit, que cambio de nombre y se ahora se llama United Brands, (O Chiquita Brands) está actualmente acusada de haber financiado grupos paramilitares que masacraron centenares de campesinos. Muy similar a lo que hizo en Guatemala, cuando gobernaba Jacobo Arbenz. La United Fruit Company buscó la ayuda del presidente Eisenhower, argumentando que Arbenz había legalizado el Partido Guatemalteco del Trabajo y lo presentó como “un comunista peligroso”. En respuesta, la CIA, organizó la “Operación PBSUCCESS”, que consistía en el entrenamiento y financiación de un ejército rebelde paramilitar (Movimiento de Liberación). Este Movimiento dio el Golpe de Estado de 1954 derrocando a Árbenz.Guatemala está culminando, con alto grado de dificultad política y económica y con altos riesgos de regresar a estadios de violencia política, uno de los episodios más desastrosos de su historia, treinta y seis años de conflicto armado.La intervención norteamericana en los asuntos internos en los países que hacen esfuerzos por instaurar modelos de desarrollo que se sustentan en principios de libre determinación y soberanía, es una constante que se ha venido consolidando en los últimos años. Guatemala no es la excepción.No es muy halagüeño el panorama para Rigoberta Menchú, pero ella, valiente como ha demostrado que es, se le medirá al desafío y muchos estaremos pendientes de que le vaya bien.

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