San Cristóbal: ¿Quién perdió y quién ganó?

El ejecutivo de la Sumitomo, propietaria aparente de la mina, dijo así: “Las pérdidas son cuantiosas; la producción diaria de San Cristóbal está sobre el millón  medio de dólares, lo que es bastante pérdida para la empresa, los trabajadores, la región, para el departamento y también...

El ejecutivo de la Sumitomo, propietaria aparente de la mina, dijo así: “Las pérdidas son cuantiosas; la producción diaria de San Cristóbal está sobre el millón  medio de dólares, lo que es bastante pérdida para la empresa, los trabajadores, la región, para el departamento y también para el país en su conjunto”. La estimación es, en el orden expuesto, precisa.Sumitomo exportó concentrados de zinc, plata y plomo durante el año 2010 un monto que superó los 902 millones de dólares. Eso hace un promedio diario de 2.5 millones de dólares y no 1.5 como declara el ejecutivo citado. Los doce días de paro significaron cerca a 30 millones de dólares de valor no exportado. La empresa dejó de percibir utilidades de ese monto equivalentes, según los costos de producción los valores del mineral exportable, a cerca de 18 millones de dólares.Efectivamente, perdió la empresa. Pero, ¿perdieron los trabajadores, la región, el departamento y el país en su conjunto, como dijo el representante de Sumitomo?Los trabajadores dicen que ganaron. Lograron mejores condiciones laborales, luego de que la muerte de uno de sus compañeros en febrero pasado, disparó el conflicto. La región, el departamento y el país, dependiendo del enfoque con se mire el asunto, pudieron haber ganado o perdido también. Veamos. Las regalías que percibe Potosí por 30 millones de dólares explotados, equivale al 3% de ese valor: ésto es 900 mil dólares, lo que, a su vez, es apenas el 5% de la utilidad neta estimada a favor de Sumitomo.Si recordamos que el gobierno de Evo Morales se comprometió a revisar la política de regalías por explotación minera, promesa que desde hace cinco años no se cumple, se podría estar en condiciones de afirmar que, cuanto más se retrase la explotación de minerales y su exportación en forma de materia prima y, en razón inversamente proporcional, cuanto antes el gobierno revise la alícuota de la regalía minera para subirla al 10% al menos, según lo prometido, el paro habría beneficiado al país y la región porque el retraso en la exportación beneficiará a la larga a la economía nacional y regional.Si, además, exigimos que el gobierno de Evo Morales cumpla su compromiso de invertir en la industrialización de la minería y fundir los minerales en Bolivia, añadiéndole también procesos industriales que nos permitan exportar metales con valores agregados diversos, la renta minera podría mejorar en un 200, 300 o 400%. Al tratarse de recursos no renovables, el negocio sería redondo. Lo único que necesitamos es que nuestras autoridades cumplan sus compromisos electorales para hacer más rentable la actividad económica, en este caso, la minera. Visto desde este punto de vista, Bolivia podría contabilizar ganancias con cierta clase de paros, como el de San Cristóbal. Todo pasa porque la ciudadanía recuerde y sepa exigir.

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