Donde nace el narcotráfico

Pero vayamos primero al concepto, para luego comentarlo: “La sociedad, no me refiero a la colombiana, sino a la sociedad global, se corrompió por las políticas neoliberales. Desde los años 60 se inoculó en la gente la idea de que tener dinero es lo único que importa, y esa idea la hizo realidad el neoliberalismo. “Si no tienes dinero, no eres nada”. Esa concepción de la vida es corrupta, y, naturalmente, corrompió las mentes, lo cual abrió anchas autopistas para la actividad del narcotráfico, una manera fácil de hacer dinero en cantidades inimaginables para alguien que trate de ganarlo honradamente”.Ahora vamos al autor de esa contundente afirmación: Enrique Santos Molano, periodista de profesión y escritor de oficio, historiador y novelista, como reza en la contratapa de sus libros, primo hermano del presidente Juan Manuel Santos y una de las opiniones más respetadas en ese país, que ha sacrificado a la “pesadilla de las drogas” no solamente políticos insustituibles como Luis Carlos Galán, asesinado cuando concluía su exitosa campaña electoral que seguramente lo hubiera llevado a la Presidencia, sino también a periodistas, intelectuales, artistas, deportistas y miles de ciudadanos “del común”, cuyas muertes duelen lo mismo, aunque hagan menos ruido que las de los personajes notables. Es muy significativo, además, que se haga ese descarnado análisis de la relación “neoliberalismo-narcotráfico” en el país que fue precisamente (y todavía lo es) importante bastión de las ideas neoliberales, laboratorio para la aplicación de muchas de las “recetas” neoliberales plasmadas en el “Consenso” de Washington, donde fueron consensuadas a la fuerza y aplicadas luego con la inclemente vigilancia del Fondo Monetario Internacional.Por todo eso es importante destacar que en este azote de las sociedades modernas, en este equivalente apocalíptico de la maldad, que son el narcotráfico y su sangriento entorno, es inocultable la relación causa-efecto. La causa es el neoliberalismo y el efecto es el narcotráfico. No importa que hagamos malabarismos semánticos y nombremos a cada una de esas actividades con los eufemismos que nos plazca. La idea es clara y se entiende perfectamente.Y ahora que el narcotráfico está zarandeando ya no solo a Colombia, sino a México, a Guatemala, al Brasil, y a Bolivia por supuesto, se vuelve más imperioso revisar a fondo ese “si no tienes dinero no eres nada”, que con franqueza casi brutal nos hace notar Enrique Santos Molano y que equivale al credo neoliberal.