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¿Es o no es verdad? Cristianofobia

La prensa informa con suficiente amplitud sobre las persecuciones, vejámenes, torturas y asesinatos contra los cristianos en diversas partes del mundo. Aquí en Bolivia, la revitalización de la cosmología ancestral aymara parece querer  sustituir en el imaginario andino la idea del Dios...

La prensa informa con suficiente amplitud sobre las persecuciones, vejámenes, torturas y asesinatos contra los cristianos en diversas partes del mundo. Aquí en Bolivia, la revitalización de la cosmología ancestral aymara parece querer  sustituir en el imaginario andino la idea del Dios Creador de todo el universo, por la Pachamama, lo cual tiende a generar, por contraposición, la mencionada cristianofobia. Este proceso mítico acompaña el proceso histórico-político de la descolonización, a través de algunos “teólogos” del partido gobernante. Predican la cosmovisión que el Gobierno laico del MAS parece haber adoptado como “religión oficial”. Lo cual sería una contradicción en sí misma porque, si el Estado se proclama laico, significa que no opta por religión alguna, aunque las respete a todas (En el sobrentendido de que ninguna de ellas atente  contra el orden público).Sucede que en algunos centros de adoctrinamiento de líderes de organizaciones sociales juveniles del Departamento de La Paz, se afirma lo que, en lengua simplista puede expresarse como sigue: “Ese Dios y ese Jesús del que hablan los cristianos, no son nuestros, sino de los colonizadores.  Lo nuestro es la Pachamama”. Este tipo de predicaciones político-religiosas alentadas por el Gobierno, resultan tanto más chocantes cuanto que, hasta ahora, las prácticas católicas convivían  pacíficamente con las ancestrales aymaras en una ambigüedad, más folclórica que teológica.Frente a este proceso, no faltan intelectuales de buena voluntad que tratan de compatibilizar el cristianismo con la cosmovisión ancestral aymara. Como tampoco falta el político oportunista que, aprovechando la preocupación mundial por la ecología, por los cambios climáticos y otros fenómenos evolutivos del universo, anteponen el valor supremo de la Madre Tierra, por encima  de los valores superiores del ser humano.El mismo Presidente Evo Morales repite esta errónea gradación de los valores. Según Don Evo, el ser humano debe estar al servicio de la Pachamama. El cristianismo dice lo contrario: que el Dios Padre y Creador puso al universo al servicio del hombre con el fin de que éste se realizara  plenamente,  material y espiritualmente. Y no al revés. Tampoco faltan quienes desorientan al pueblo sencillo con aquellas y otras confusiones. De ahí al acorralamiento de la Iglesia y de sus pastores, no hay más que un paso. La confusión ha llegado a tal extremo en Bolivia que el Presidente Evo Morales se hizo proclamar “guía espiritual de todos los pueblos autóctonos”: el “Pontifex Maximus”, para decirlo en latín, legua franca del imperio romano que dominó media Europa. Cabe pues preguntarse si aún es posible un franco diálogo interreligioso, ecuménico o habrá que conformarse con un retroceso a la cristianofobia.Hecha esta introducción creo que es el momento – un poco tarde –  para que la Comunidad Cristiana, los pastores y los movimientos laicales se ocupen seriamente de esos problemas que importan mucho al pueblo de Dios. Es hora de dar esa respuesta. Conciliadora, por supuesto, pero también clara e iluminada por la luz del Espíritu Divino.


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