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En el órgano de prensa El País del día domingo 21 del mes pasado, en un artículo titulado “Prioridad de Prioridades” manifestamos la preocupación tan sentida, referente al sistema precario, obsoleto, deficiente y ruinoso de recolección y tratamiento de aguas servidas. También hacíamos...

En el órgano de prensa El País del día domingo 21 del mes pasado, en un artículo titulado “Prioridad de Prioridades” manifestamos la preocupación tan sentida, referente al sistema precario, obsoleto, deficiente y ruinoso de recolección y tratamiento de aguas servidas. También hacíamos referencia a la importancia de consolidar el proyecto de instalar un sistema de tratamiento de residuos humanos a cargo de la Gobernación, con un costo de 24 millones de dólares, financiado en un 50% por la Embajada de Holanda. Con ese artículo se pretendía dar la voz de alarma, debido a que el plazo para la ejecución fenecía el 31 del presente mes, bajo la amenaza de pérdida de la ayuda en caso de no iniciarse las obras.En la visita reciente del Embajador de Holanda a nuestra ciudad, felizmente, el plazo fue alargado por un año más, lo que hace presumir la posibilidad de que contaremos con una planta moderna de tratamiento de aguas negras, con reciclaje de líquidos y procesamiento de residuos sólidos para abono, siempre que el proyecto, que ya tiene diseño final, no sea abandonado.La falta de una debida preocupación, de antigua data, para hacer realidad este servicio, que es de la más elemental y urgente atención, ha merecido una renuente e irresponsable actitud de abandono, con una miopía indolente e irresponsable de nuestras autoridades, lo que nos obliga a continuar con el tema, sobre todo ahora que hay un nuevo plazo, con miras a evitar que la inercia e irresponsabilidad dejen pasar esta nueva oportunidad, frente al peligro, no solo, de perder la ayuda, sino se siga, agravando lo pernicioso de la contaminación y deterioro de la sanidad ambiental. Así como es imposible vivir sin comer, igualmente sucede lo propio con la eliminación de residuos que produce la alimentación, ambas son necesidades compulsivas, apremiantes de realización urgente, de las que imposible evadirse, necesidades básicas que afectan a todo el mundo, todos los días es menester satisfacer ambas necesidades, sin dilación, también las autoridades y sus familiares. Según datos estadísticos la incesante producción diaria de excremento y orina por persona fluctúa entre 135 a 250 gramos y entre 1, a 1.3 litros. Ambos elemento son: a) por una parte sobradamente nocivos y contaminantes, por ser vehículos de micro organismo, parásitos y una cantidad concentrada de gérmenes patógenos causantes de un sin número de enfermedades, sobre todo la heces, son tan contaminantes, que luego de su evacuación es preciso lavarse las manos con jabón. b) por otra parte los residuos humanos son, después del tratamiento que se les dé, no solo, sobradamente útiles, sino rentables. De la parte líquida, además, mediante reciclaje, se obtiene agua para todo tipo de uso, excepto el consumo humano, de ambos se obtiene: fosforo, potasio, sodio, calcio y carbón, componentes de una utilidad enorme como abono para tierras de cultivo. Antes y desde siempre las familias solucionaban el problema con el reciclaje parcial, mediante tres animales domésticos: perros, cerdos y gallinas, que fueron agentes de una utilidad impagable, de una eficaz labor profiláctica y de provisión de proteínas en el consumo humano, para lo que se tenía que disponer en las viviendas del consabido corral donde la familia hacia sus necesidades y estos animalitos su labor profiláctica. La contaminación por aguas negras en Tarija es de una creciente preocupación, por un lado, el sistema colapsado, precario y peligrosamente mantenido, y por otro la cuantiosa y creciente sobre carga de desechos humanos, con un volumen de alrededor de 100 toneladas de materia fecal día, volumen espectacular que, convertido en abono orgánico de la mejor calidad entraría a competir con los abonos químicos que degradan los suelos, reportando además, ingresos significativos. Los manantiales y toda corrientes de agua para consumo al contaminarse con aguas desechables arrastran a raudales cantidades insospechadas de micro organismos, parásitos, bacterias, bacilos, virus, hongos, cepas de todo tipo; así mismo sustancia químicas venenosas como: arsénico, cianuro, cobre, plomo, cadmio mercurio zinc, que matan las posibilidades de la vida acuática y dan lugar a la producción de gases fétidos. Esto es lo que está sucediendo día a día con el escurrimiento de aguas que desembocan al río Guadalquivir. Los núcleos urbanos cercanos a su cauce, algunos con mucho miles de habitantes, no tienen lagunas de oxidación menos sistemas de recolección. ¡Así no se puede hablar de mejoramiento de la calidad de vida!Con seguridad que estamos peor que hace cien años, cuando los animales domésticos hacían una profilaxis notablemente efectiva y parece que la gente vivía en forma más saludable. Toda autoridad no tiene sentido de existir, si básicamente no se consagra, ante todo, a mejorar la calidad de vida del ser humano. El descuido que recalcamos es una llamada de atención a toda la población para formar una conciencia social efectiva de salvación, que influya con mayor eficacia, para que los lideres, todas las autoridades en general, sobre todo aquellas que tienen que ver directamente con el aflictivo problema planteado, en particular, den la prioridad máxima a su realización. Si la bacteria vibrio cholerae de Haití se anoticia de la extraordinaria infraestructura que tenemos los tarijeños para brindarles las mejores opciones para hacer su imperio, y migrar por estos lares, habrá mucho miles de tarijeños que pasaremos a mejor vida en corto tiempo.Es verdad que se ha incursionado en programas de desarrollo de gran envergadura y vemos planes en salud que se hicieron realidad con mucho criterio; pero también es innegable que hablando de prioridades, el tratamiento de aguas servidas frente a cualquier tipo de inversión, sea cultural, caminera, deportiva, recreativa, de infraestructura urbana o del tipo que fuere, debe ser antepuesta como prioridad de prioridades, y lo que es muy importante, incursionar en todas las municipalidades del Departamento, primeramente, San Lorenzo que descarga los desechos humanos en el río Guadalquivir como así todos los núcleos poblados asentados en sus márgenes.No hay pretexto que valga en el que puedan apoyarse las autoridades directamente involucradas en el tema de la recolección y tratamiento del excremento y orina  que producen los estantes y habitantes de este pueblo, digno de mejor suerte.


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