“Tsunami” de dólares

“Hay un tsunami de dólares buscando oportunidades. Las oportunidades buscan los países donde hay crecimiento y no hay duda de que los flujos de capitales continuarán llegando a Latinoamérica”, dijo hace poco Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, BID.“Estamos viviendo la década de América Latina. Conseguimos una estabilidad muy importante, tenemos una cesta de productos básicos (materias primas) muy demandada y una clase media creciente, pero no hay duda de que, en la macroeconomía, vamos a enfrentar desafíos”, afirmó Moreno en una entrevista periodística.El fuerte ingreso de divisas a la región ha causado ya la apreciación de las monedas de varios países de América Latina frente al dólar y fue la mayor queja presentada por las delegaciones de Argentina, Brasil y México en la última Cumbre del G-20, el pasado mes de noviembre, en Corea del Sur.En economía, la apreciación se refiere al aumento en el valor de una moneda y está relacionado con distintos factores de la economía de un país cómo deflación, aumento del poder adquisitivo, entre otros. El valor de la moneda varía constantemente en el día a día y está regido por la oferta y demanda.La deflación es la situación económica en la cual los precios disminuyen producto de una caída en la demanda, y puede ser una situación aun más negativa que la inflación.La apreciación de las monedas puede afectar la balanza de pagos y por eso otro importante desafío para América Latina el próximo año será el mantenimiento equilibrado de las cuentas públicasEl presidente del BID considera que los países tienen que concentrarse en la “consolidación” de sus economías y que el rigor en las cuentas públicas, pese a que puede no ser muy popular, “es siempre una buena decisión a largo plazo”.En su opinión, la economía de América Latina en general crecerá entre un 4,5% y un 5% en 2011, aunque la expansión de algunos países, principalmente Argentina, Brasil y Chile, dependerá en parte del crecimiento de la capacidad de consumo de China.De manera que las políticas macroeconómicas nuestras tendrán que ser cautelosas el próximo año y avanzar, también, en proyectos integracionistas, como el del Banco del Sur, para irle dando al flujo de divisas un sentido positivo a mediano y a largo plazo.