No es para damas

Y por eso, además de comportamientos racistas, que no se limitan a “expresiones” verbales sino a acciones francamente discriminatorias y excluyentes, caemos en cuenta que todavía nuestras sociedades están cundidas de sexismo, principalmente machista El machismo engloba el conjunto de actitudes, conductas, prácticas sociales y creencias destinadas a justificar y promover el mantenimiento de conductas percibidas tradicionalmente como heterosexualmente masculinas y, también, discriminatorias contra las mujeres. Algunos críticos consideran también machismo la discriminación contra otros grupos sociales percibidos como más débiles, como en el caso de hombres cuyo comportamiento, por ejemplo por tener una preferencia homosexual, no es “masculino” a los ojos de la persona machista. En todos los casos, la conducta preponderantemente masculina es la dominante.Y no es propiamente México la cuna del machismo, porque allí, en la cultura náhuatl la expresión Macho (que no tiene nada que ver con la derivación del latín de la palabra macho en español), quiere decir, traducido al castellano, “ejemplar”, es decir, digno de ser imitado. Pero eso, citado aquí como minúsculo ejemplo, la mayoría lo desconoce.En este memorial de agravios en perjuicio de un género, los medios de comunicación, especialmente como difusores de publicidad, son importantes masificadotes de prejuicios profundamente arraigados en nuestra cultura. Y no nos referimos sólo a las telenovelas o a los programas tipo “Tinelli”, que tanta audiencia captan también en Bolivia.No solamente las mujeres son víctimas del machismo, pues castiga también cualquier comportamiento que consideren femenino en los varones, lo que es la base de la homofobia, ya que un comportamiento o preferencia sexual diferente de las que propugna típicamente el machismo, contribuye a diluir la diferenciación estereotipada del machismo.Por todo eso hoy en día el machismo está considerado como una opresión hacia el sexo femenino y una de las más perniciosas lacras sociales. El machismo no solo es causante directo de la violencia de género o violencia contra las mujeres, sino que a menudo lo es también de otros tipos de violencia doméstica.Y que no vengan a atribuir al “Tercer Mundo” esta aberración cultural, pues en ciudades como Nueva York, París y Londres, no fue hasta la segunda mitad del siglo XX que les fue permitido a las mujeres el uso de pantalones en lugares públicos.Por cierto, esas leyes discriminatorias sobre la vestimenta, fueron aprobadas hace dos días en Ucrania.