Carta a Nilo

algunos lindos, otros tristes, algunos constructivos, otros destructivos, algunos exitosos, otros fracasados, sin embargo teniendo tu dulce presencia espiritual, de una fortaleza que solo existe en seres divinos, que lo único que nos regalan es amor, amor y amor, basta el solo hecho de ir a lo...

algunos lindos, otros tristes, algunos constructivos, otros destructivos, algunos exitosos, otros fracasados, sin embargo teniendo tu dulce presencia espiritual, de una fortaleza que solo existe en seres divinos, que lo único que nos regalan es amor, amor y amor, basta el solo hecho de ir a lo más profundo de mi corazón, encontrarte y caminar optimista siempre.

Te persiguieron, te encarcelaron, te torturaron, te arrancaron de tus entrañas, te llevaron a tierras extrañas… y cantaste: “Amar es vivir, odiar es morir, la vida es linda, muchacha no llores volverá el amor…” (Cuánta sabiduría en tu voz y tu guitarra)…

¡Cajita y quena!, ¡Nostalgia  y pena! así comienzas el poema  “El amor en danzas de tierra adentro”…, que hilvanaste en plena tortura… resistiendo la misma recordando el año nuevo, el carnaval, la pascua florida, la fiesta grande de San Roque, la cueca y la chacarera, la caña, el erque, la camacheña, el violin, tu guitarra, pariendo   tiempo después  tu pequeña Suitte Folklórica…(Cuánto amor a tu tierra)…(¡Ay apito aquí viene una frustración tremenda, tuvimos una invitación con el título “Comunidades urbanas para vivir bien” un viaje a Shanghái a la expo feria 2010, éramos un grupo de 28 artistas, llevábamos tu pequeña Suitte y resulta que fuimos estafados, jugaron con nuestros sentimientos, nuestras ansías de llevar al mundo entero el saber popular de nuestra amada patria…) Estamos ahí confiando en que las cosas se resuelvan pues invertimos tiempo, esperanza y “viyuyita” sacada de nuestra magra economía pues el estado como siempre poco o nada aporta con recursos para la cultura…

Te encarcelaron, lo único que pedías cuando te visitaba en la cárcel de San Pedro, era tu guitarra y cuadernos pentagramados para escribir y recoger tu música, pariendo dos libros “Amancayas del Camino” con tu biblia “Cien poemas para niños” de tu hermano del alma Oscar Alfaro y “Cuarenta cinco cuecas y dos bailecitos por si acaso”… ( Cantaste al perro, a la miseria, a la Virgencita de Chaguaya, a tu rio natal, al amor y a la naturaleza con versos suaves y de hondo contenido social, increíble jamás renegaste de tu condición de preso político, dijiste que cuando se está preso por amor a la humanidad,  por la no explotación del hombre por el hombre, por la no discriminación y la solidaridad con los desposeídos, no hay cadenas que te aten, aprende eso hijita y sabrás el sentido exacto de la libertad…)

Te arrancaron de tu tierra, con visa de turista, te llevaron con metralla en manos, en el jeep del Ministerio del Interior, mamá, mis hermanas y yo mudas, estremecidas, temerosas, pensando que nunca más te volveríamos a ver… Mientras  mirabas nuestro llanto desesperado  te salió la promesa “No llores prenda, pronto volveré” (Me pregunto ¿Volviste?) Es porque nos piden en tu pasaporte que conservaste,  el sello de salida, seguramente desconocen quienes califican para el Resarcimiento a las víctimas de la violencia estatal, como salieron las personas en las dictaduras, especialmente la de Hugo Bánzer Suarez.

En Caracas, para trabajar  te pedían “Papeles, títulos, referencias, recomendaciones, para qué, para qué? ¡Carajo de un rempujón, rempujón me pusieron aquí, ahora estoy y no estoy en mí!... No calificaste para el resarcimiento de víctimas de la violencia estatal y nos piden lo que cantaste en “Papeles, papeles”(¡TODO VUELVE! tuvimos que recolectar mucha información para certificar que fuiste perseguido, torturado, encarcelado y exiliado, estamos a la espera de las listas, ¡duele el corazón! como cuando cerca la navidad estando tú en el panóptico de San Pedro, nos decían que saldrías en libertad, ilusionadas comprábamos el periódico y nada… Cómo jugaban con nuestros sentimientos y desesperación de saberte encarcelado, ¡ojalá  no se repita!  y salgas en la lista como muchos de los que lucharon en verdad por restaurar la democracia en nuestra Bolivia y que ya tiene cerca 30 años de vida.

Claro que volviste, directo a Tarija, en pleno vuelo cantaste, “Cuando volví a mi tierra, como brillaba el sol, es que también a mi pueblo de nuevo volvió el amor”… de tu cueca “Retorno”, llegaste al coliseo “Luis Parra”,  cantando “Reciencito yo he llegado de andar ausente, hay lo que han hecho conmigo lleven presente, habían creído que mey muerto, ya habían hecho el inventario, vuelvan prendas a su dueño que el muerto ha resucitado”

Y resucitaste, porque en sueños te apareciste en una serenata póstuma a Sonia, dos meses después de tu partida, cuando todavía intentábamos asumir tu ausencia, como diciéndonos canten siempre… Y salió tu Festival de canto rescatando tus cuecas y bailecitos que tanto amaste… Y cantaste “Pero hey de volver, no llores mi amor, no llores mi amor, nadie le pondrá murallas a nuestra verdad”   volviste… (En el canto de los niños, niñas, jóvenes y adultos de nuestros Festivales,  van 7 ya ¿qué te parece?, ya te escucho decirnos, ¡extraordinario, espectacular!)…

En este mi caminar sin ti pero por tus huellas, comprendí tu famosa frase “Ando caminando soles en galaxias de infinitas soledades” de tu poema “No se  muere en el minuto cósmico”… si, estamos solas remando contra la corriente, intentando abrir los corazones de “aquellos que le tiemblan a la risa y el sol”… (Y somos dignas hijas tuyas y de mamá, pues no nos doblegan ni nos doblegaran nunca)…

Son épocas de cambio, unas sí, otras no, cuesta pero vamos intentando que el cambio comience por nosotros, como cantaste: “Yo sé que todo cambia, que nada se detiene, ni un árbol se detiene y aún la piedra es viajera, la soledad no existe, el mundo es compañía, Sé que llegara un día también lo sabe el sol” del poema de Raúl Gonzales T… (Si todos cambiáramos construiríamos un mundo lleno de paz y amor, en fin, seguimos en la lucha con la palabra).

 

Quiero terminar así: “Cómo amaba la vida…la amaba tanto que la entregó al hombre y sus ansiedades, su pueblo y sus dolores y alegrías y victorias y derrotas, muchas veces encarcelaron su canto, su guitarra y su grito, golpearón sus manos y su piel, y no lo doblegaron, ni derrotaron, fue invencible como el huracán de la historia, y no se murió en el minuto cósmico y sigue en la trinchera, traqueteando el tiempo y la distancia, y seguirá porque el optimismo histórico del que está hecha su vida lo hizo Así, hoja acerada al viento… Nilo” (Sic. De tu poema “No se muere en el minuto cósmico”)…

 

Hasta otro momento, tu chacaltuya primera Zemlya Soruco V. ciudadana de este maravilloso país.


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