Elecciones en la universidad

Los cálculos políticos, acuerdos, alianzas, promesas, comida y bebida son los ingredientes que ya ponen en práctica algunos candidatos que piensan favorecerse con el voto. La Universidad, que es la expresión suprema de la cultura de un pueblo, no debería ser terreno para los politiqueros,...

Los cálculos políticos, acuerdos, alianzas, promesas, comida y bebida son los ingredientes que ya ponen en práctica algunos candidatos que piensan favorecerse con el voto.

La Universidad, que es la expresión suprema de la cultura de un pueblo, no debería ser terreno para los politiqueros, aquellos que buscan el poder como medio para otros fines que no son los académicos. El político vive de la guerra, vive creando alborotos, vive del disturbio, éstos son sus alimentos. Adolfo Hitler escribió en su autobiografía “Si no tienes enemigos, no podrás ser una gran líder. Incluso si no los tienes, inventa la ficción de que tu país esta en peligro, porque cuando la gente tiene miedo es fácil convertirlos en esclavos” Cuando la gente tiene miedo esta dispuesta a seguir a cualquier falso líder.

Uno de los requisitos fundamentales para una autentica y real democratización en la Universidad tendría que ser el Principio de la no reelección. Este ha sido uno de los postulados mas importantes de la Revolución Universitaria en décadas pasadas, por cuanto al establecerse que ninguna autoridad universitaria pueda ser reelegida, se elimina uno de los factores que tradicionalmente ha conducido al uso arbitrario del poder y a la formación de camarillas y grupos secantes que realizan una acción sistemática para mantener el statu quo. La reelección, allí donde ha sido practicada, ha conducido siempre a la mediocrización porque impide la formación de nuevos cuadros, nuevos líderes profesionales con una visión institucional, académica, altamente moral y sobre todo de una honradez a prueba de fuego en el manejo de los escasos recursos que cada año son menos.

Las elecciones en nuestra Universidad tendrían que ser diferentes de las campañas que realizan los politiqueros, que con almuerzos, fiestas, regalos y prebendas consiguen el voto del ciudadano incauto. La Universidad que representa la reserva moral y el pensamiento no comprometido, debería ser en campañas preelectorales el espacio de debates, propuestas y contrapuestas para diseñar una sola política Universitaria para que el candidato favorecido con el voto la cumpla con los mejores hombres y mujeres que tiene nuestra Universidad.

(*)Es Docente Universitario FCEF


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