Lo complejo del racismo es su naturalización

Como premisa general estamos de acuerdo en que se debe combatir el racismo y la discriminación, por lo tanto consideramos que existe un acuerdo en que tales fenómenos deben ser amonestados, y más aún que se debe trabajar en la prevención para que la sociedad boliviana deje de ser...

Como premisa general estamos de acuerdo en que se debe combatir el racismo y la discriminación, por lo tanto consideramos que existe un acuerdo en que tales fenómenos deben ser amonestados, y más aún que se debe trabajar en la prevención para que la sociedad boliviana deje de ser racista.

Pensamos que el problema del racismo, no porque exista una sanción el imputado y la sociedad dejarán de ser racistas. Sabemos que lo más difícil de cambiar en las personas es la manera cómo piensan y las estigmatizaciones y clasificaciones que se hacen del otro.  Transformar aquellas representaciones sociales que se tiene de las diferencias culturales, de raza, género y sexuales es una tarea titánica pero no imposible si se apunta el trabajo hacia diferentes esferas.

En el tema del racismo lo más difícil de afrontar es su naturalización, en nuestra sociedad  están bastante naturalizados los comportamientos, actitudes y pronunciamientos que llevan consigo el aminoramiento  e irrespeto al otro. Existe una gran parte de la población que ignora que  comete un acto de discriminación. Empero, claro está que existen medios de comunicación y periodistas que adrede y conscientemente lanzan sartas e improperios que llevan una carga discriminatoria, pero la línea para juzgar a una persona que discriminó a sabiendas de aquella que no lo hizo intencionalmente es tan delgada, que la ley se aplica a todos.

Un aspecto que dio pie a que se genere desconfianza  en la ley, es la coyuntura en la que se debate el tema del racismo y que nos lleva a pensar que los pasos tomados por el actual gobierno se dirigen a lograr la hegemonía por medio de la creación de un único partido y a acallar las voces que disienten con el actual régimen; en otras palabras a título de tratar y aprobar la ley del racismo, se tiene la intención de amordazar las opiniones contrarias. En los últimos años el racismo se hizo visible de manera cruenta mediante la confrontación política; pues existe una disidencia política que afronta al otro bajo la modalidad de racismo y discriminación. Es así que el oficialismo debía reconsiderar las sanciones que señala el proyecto de ley, y  tratar de unificar y admitir la pluralidad de voces disidentes que también son parte de la democracia. Un lenguaje y actitud de no confrontación nos haría bien como país, en medio de un clima de continua tensión.

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