Minas y petróleo

  La primera idea central rescatable fue que los siete países latinoamericanos deberían reorientar las formas de explotación de sus recursos naturales, buscando superar su situación de naciones mono-productoras y exportadoras de materias primas. Eso lo venimos diciendo hasta el cansancio y...

 

La primera idea central rescatable fue que los siete países latinoamericanos deberían reorientar las formas de explotación de sus recursos naturales, buscando superar su situación de naciones mono-productoras y exportadoras de materias primas.

Eso lo venimos diciendo hasta el cansancio y no solamente ahora que Bolivia sigue siendo considerado uno de los países con mayores potencialidades para explotar y utilizar bien el gas de petróleo, sino que ya se dijo, también hasta el cansancio, que  si del estaño no derivábamos hacia la metalurgia, los que a corto plazo quedarían serían solo los huecos de la explotación minera.

La especialista chilena Luz María Fariña aludió a la urgencia de incrementar los tributos que deben pagar las empresas mineras. Quien debería escuchar eso con suma atención es su colega colombiano Fabio Velásquez, pues allá –en Colombia- es donde las leyes mineras son actualmente excesivamente ventajosas para los inversionistas. Y aún se teme que las ablanden más.

“En Perú, las leyes dicen que hay que priorizar las inversiones que contribuyan al desarrollo humano, pero muchas de esas inversiones no apuntan en ese sentido”, dijo el experto peruano Epifanio Baca. ¡Qué coincidencia. Aquí tampoco!

La especialista mexicana Rocio Moreno fue más explícita pues lamentó que “no haya una discusión seria y profunda en nuestros países sobre lo que queremos hacer con la renta petrolera (…) En los últimos años, el dinero se utilizó en gasto corriente, en pagar burocracia, no está orientado a cerrar brechas de desarrollo, a mejorar la igualdad”.

Sin ánimo de ser groseros, acotaríamos que eso es una perogrullada, porque organismos como las Naciones Unidas nos vienen restregando hace rato en la cara que somos el continente con mayores desigualdades.

El experto ecuatoriano Edward Paul Vargas Araujo, contó que “las regiones productoras de hidrocarburos son las que menos desarrollo tienen. En Ecuador se ha centralizado otra vez la renta petrolera. Se eliminó el fondo de estabilización”.

Para muestra hasta aquí es suficiente. Si todos esos conceptos fueron manejados por los expertos en la inauguración del Segundo Foro de la Red Latinoamericana sobre las Industrias Extractivas, que se realiza en La Paz, nos imaginamos cuánta profundidad tendrán sus conclusiones finales.

Pero habrá que ver luego si los políticos, que son los que en última instancia determinan el manejo de minas y yacimientos petroleros, reaccionan en consecuencia, para que no tengamos que repetir una vez más, en otro foro, lo mal que nuestros países manejan sus recursos naturales. Bueno, en realidad es la única forma en que las corporaciones transnacionales les permiten a nuestros países “manejar” tales recursos.


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