Contextualizando

En periodismo, es parte del “manual de “corta palos”, o sea, una de las reglas básicas para que la información cumpla sus funciones de “comunicación social”. En su definición enciclopédica, el contexto es un conjunto de circunstancias en que se produce el mensaje (lugar y tiempo,...

En periodismo, es parte del “manual de “corta palos”, o sea, una de las reglas básicas para que la información cumpla sus funciones de “comunicación social”.

En su definición enciclopédica, el contexto es un conjunto de circunstancias en que se produce el mensaje (lugar y tiempo, cultura del emisor y receptor, etc.) y que permiten su correcta comprensión. El contexto es la agrupación de circunstancias específicas de lugar y tiempo, principalmente, en qué se está produciendo el acto de la comunicación.

 

Contextualicemos, entonces:

Cuando Tamer Medina era aún viceministro de Transparencia inició una investigación sobre algunas gestiones de militantes del MAS para dotar de pozos proveedores de agua potable a barrios subnormales, donde era muy promisoria la cosecha electoral. (Eran vísperas de elecciones)

Involucrado en esas gestiones, que no son malas por si mismas, sino porque los pozos resultaron improductivos, resultó el ahora asambleísta Marcelo Poma. Nunca se supo en qué termino la denuncia.

El hijo de Tamer Medina cometió hace unos días un delito y fue sorprendido en flagrancia: sacó un vehículo oficial de su parqueadero y lo condujo estando ebrio (Medina, no el vehículo).

En el Movimiento al Socialismo, MAS, existen tendencias que no siempre concilian. A menudo tienen que apelar a Evo Morales para que tercie. En las elecciones de abril esa situación fue notoria y repetitiva.

 

Sigamos contextualizando.

La noche del delito del hijo de Medina (es delito, no hay donde perderse), el propio comandante de la policía, acuciosamente, informó a los medios sobre el hecho, con una diligencia que sería muy recomendable para cuando miembros de su institución cometen delitos (también lo son) contra los derechos humanos de humildes ciudadanos.

Para terminar de contextualizar, hay voces pidiendo (clamando casi) que al hijo de Medina se le aplique la Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz (algunos exageran y piden que la apliquen a él, a su padre, a su tía y todos sus otros familiares en segundo grado consanguíneo.

¿Y por qué, si el autor del delito – eso no se discute- no es ni ha sido funcionario público?

Finalmente, y siempre contextualizando, en el abusivo uso de un vehículo oficial hay mucho más que lo que se ve. Hay una inocultable tensión entre grupos, facciones o sectores del partido en función de gobierno. Lo cual, por cierto no es ya ningún secreto.

Volvemos, en consecuencia, a plantear lo que apenas el lunes pasado decíamos y que para nosotros es fundamental. A la ley Marcelo Quiroga Santa Cruz no nos la desvaloricen, porque esa ley nos costó mucho: Más de veinte años bregando para que naciera y no permitiremos que la manoseen con intereses partidarios, sectarios ni grupales. Hay muchos que se enriquecieron a costa del Estado y a quienes esa ley les terminará su actual impunidad.

Mejor dicho, absténganse de politiquear con ella.


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