El monopolio legal de Evo Morales

La realidad ha sido aplastante disipando cualquier atisbo de duda, convirtiendo al trabajo del legislativo en un eco del Presidente Morales. Las leyes nacionales y lamentablemente parece ser también las departamentales, estarán hechas a antojo y medida de Evo. Sancionada la Ley del Órgano...

La realidad ha sido aplastante disipando cualquier atisbo de duda, convirtiendo al trabajo del legislativo en un eco del Presidente Morales. Las leyes nacionales y lamentablemente parece ser también las departamentales, estarán hechas a antojo y medida de Evo.

Sancionada la Ley del Órgano Electoral Plurinacional, vemos que las nuevas autoridades del Tribunal Supremo Electoral, responsable de la administración de los procesos electorales y las organizaciones políticas estarán en manos de fieles militantes del Movimiento al Socialismo. Misma suerte correrán los vocales de los Tribunales Departamentales Electorales, cuya selección estaba reservada a la Asambleas Legislativas Departamentales y fue cercenada en la Ley violando de nuevo la Constitución, re-centralizando y politizando la institución que debiera velar por el ejercicio imparcial de los procesos electorales.

Más grave aún es que los miembros del próximo órgano judicial (encargado de la administración de las leyes emanadas del órgano legislativo) serán preseleccionados desde Palacio de Gobierno, para que en un acto de “democracia participativa” en diciembre los bolivianos nos veamos obligados a “elegir” a un militante “encubierto de imparcial” para que nos suministre “justicia” a todos los bolivianos.

Y si antes el Tribunal Constitucional se había convertido en la institución guardiana del ejercicio de derechos ciudadanos de todos los bolivianos, ahora con la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional los paceños –por su peso poblacional- determinaran quienes serán los encargados de velar la constitucionalidad de todos los actos de gobernantes y gobernados, y nos someterán a un nuevo centralismo constitucional. Además de haber cedido “la facultad interpretativa a la Asamblea Legislativa Plurinacional como órgano depositario de la soberanía popular”.

Si antes nos quejábamos porque los jefes de los partidos políticos de la llamada “democracia pactada” se cuoteaban los administradores de justicia a cambio de favores a sus militantes, ahora estarán subordinados a los caprichos de un solo hombre, Evo Morales. Ahora ya no necesitara decir “yo le meto nomas… después le pido a mis abogados que le arreglen”, las autoridades y las instituciones estarán subordinadas legalmente a él. Dios libre a los que nos atrevamos a hacerle oposición.

Y si teníamos la esperanza que la división vertical del poder se daría a partir de la implementación del Estado Autonómico, la aprobación de la Ley Marco de Autonomía y Descentralización echa por tierra esta esperanza, adicionando la posibilidad de suspender a las autoridades subnacionales de manera arbitraria sujeta a la voluntad de los fiscales que previamente fueron designados por el mismísimo Presidente.

Ya no cabe la discusión política sobre la existencia de un partido hegemónico o único. La única realidad es que como nunca en la historia del país existe un monopolio legal de los órganos ejecutivo, legislativo, electoral y judicial concentrado en una sola persona. ¿Qué se llama a alguien que concentra todo el poder?


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