La dirigencia asegura que más del 50% dejó de operar en Tarija
Las deudas acorralan al transporte pesado del país



La Federación Departamental del Transporte Pesado de Tarija reportó que, por la falta de diésel en las estaciones de servicio de la capital y el país, un 50% de sus afiliados dejó de operar en este primer trimestre del año, otros cerraron sus cooperativas y asociaciones de carga nacional e internacional dejando a centenares de chóferes sin trabajo, a consecuencia de la crisis de carburantes en Bolivia.
El dirigente, Juan Carlos Borda, indicó que los transportistas que aún desarrollan operaciones con fletes nacionales e internacionales, trabajan en estos momentos con pérdidas económicas, a consecuencia que tienen que hacer filas varios días para conseguir diésel y en muchos casos estas demoras registran pérdidas completas de sus cargas de productos y cancelación de contratos de fletes por no llegar en los tiempos establecidos a las regiones de destino.
Por su parte, el ejecutivo del transporte federado de Tarija, Gabriel Pérez, señaló que la crisis de carburantes está provocando un endeudamiento de varios transportistas con las entidades bancarias, remate de sus bienes por parte de Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) por retraso en la cancelación tributaria, crisis económica, que está obligando a varios afiliados del sector a rematar sus camiones y dar de baja sus operaciones tributarias para cubrir sus obligaciones económicas y cambiar de rubro.
Ante esa situación, la Confederación de Choferes de Bolivia anunció un paro indefinido desde el 3 de abril, en caso de que el Gobierno no solucione la escasez de carburantes, no destituya a Marcel Claure, presidente de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), y a Jorge Silva, viceministro de Defensa de los Derechos del Usuario y del Consumidor.