Los Reyes Magos, la tradición de España arraigada en Tarija
Este 6 de enero seguramente muchos niños Manuelitos, como tradicionalmente se le dice al niño Jesús, visitarán las iglesias, acompañados de decenas de niños y adultos
![Espacio publicitario](https://elpais.bo/img/banners/mobile/af954306-c6c8-4a35-9d73-905bb4a28bff.jpg)
![Espacio publicitario](https://elpais.bo/img/banners/tablet/af954306-c6c8-4a35-9d73-905bb4a28bff.jpg)
![Espacio publicitario](https://elpais.bo/img/banners/desktop/af954306-c6c8-4a35-9d73-905bb4a28bff.jpg)
La fiesta de Reyes Magos se celebra cada año el 6 de enero después de Navidad y Año Nuevo particularmente en España, aunque también se arraigó en Argentina y como suele suceder en estos casos, también tuvo ingreso en Tarija. La celebración se basa en el recuerdo de la visita que realizaron Melchor, Gaspar y Baltazar al niño Dios en Belén.
De acuerdo a bibliografía consultada los Reyes Magos de Oriente (o simplemente Reyes Magos) es el nombre por el que la tradición cristiana denomina a los “magos” —denominación que recibían los sacerdotes eruditos en el Antiguo Oriente.
En los evangelios canónicos solo el Evangelio de Mateo habla de estos “magos”, sin precisar sus nombres, ni que fuesen reyes, ni que fueran tres. Fue en el siglo III d. C. cuando se estableció que pudieran ser reyes, ya que hasta entonces, por sus regalos y las iconografías que los representaban, tan solo se consideraba que eran personas pudientes.
Fue también en ese siglo cuando se estableció su número en tres, uno por regalo, ya que hasta entonces había dibujos con dos, tres o cuatro magos, e incluso la Iglesia ortodoxa siria y la Iglesia apostólica armenia aseguraban que eran doce, como los apóstoles y las doce tribus de Israel.
Los nombres actuales de los tres reyes magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, aparecen por primera vez en el conocido mosaico de San Apollinaire Nuovo (Rávena) que data del siglo VI d. C., en el que se distingue a los tres magos ataviados al modo persa con sus nombres encima y representando distintas edades.
Aún tendrían que pasar varios siglos, hasta el siglo XV d. C., para que el rey Baltasar aparezca con la tez negra y los tres reyes, además de representar las edades, representen las tres razas de la Edad Media. Melchor encarnará a los europeos, Gaspar a los asiáticos y Baltasar a los africanos.
En España a partir del siglo XIX d. C. se inició la tradición de convertir la noche de Reyes (noche anterior a la Epifanía) en una fiesta infantil con regalos para los niños, a imitación de lo que se hacía en otros países el día de Navidad, en homenaje al santo oriental San Nicolás.
Fue en 1866 cuando se celebró la primera cabalgata de Reyes Magos en Alcoy, tradición que se extendió a otros países, especialmente a países de cultura hispana.
También en Argentina tomó arraigo la fiesta de los Reyes Magos, aunque ha venido a menos en los últimos años. A los argentinos les gusta reunir a familiares y seres queridos en el Día de Reyes para disfrutar de un almuerzo. Después, todos cumplen otra tradición de esta fecha, que es comer la Rosca de Reyes, que se vende en las panaderías y pastelerías del país días antes de la conmemoración.
Este dulce tiene forma anular para parecerse a una corona real. Se cubre con crema pastelera, frutas confitadas y perlas de azúcar. Esta es la última parte de la Navidad de los argentinos y marca el cierre de las conmemoraciones para poder desarmar el árbol y volver a la rutina en el nuevo año que recién comienza.
La esencia chapaca
La tradicional Fiesta de Reyes en Tarija se celebra de manera particular, con adoraciones, chocolatada y trenzadas. Esta práctica se efectúa tanto en la ciudad como en el campo.
En algunos lugares aún se conserva la tradición de dar chocolate a los niños, masitas, aloja, mistelas y refresco. Algo peculiar es que en el campo la gente esperaba la fiesta de Reyes para celebrar el año nuevo al ritmo de las tonadas de la época.
Este 6 de enero seguramente muchos niños Manuelitos, como tradicionalmente se le dice al niño Jesús, visitarán las iglesias, acompañados de decenas de niños y adultos que irán adorando al ritmo de la quenilla y el bombo.