Gobierno atribuye los incendios del país a grupos organizados
El viceministro Juan Carlos Calvimontes afirmó que los incendios en la Chiquitania parecen haber sido planificados deliberadamente para generar descontento y agravar la situación de emergencia



Los incendios forestales en Bolivia han arrasado con 6,9 millones de hectáreas de bosque y pastizales hasta la fecha, según informó el Gobierno este domingo. En este marco, el ministro de Medio Ambiente, Alan Lisperguer, denunció que hay grupos organizados que están detrás de las quemas, con el objetivo de traficar tierras, exacerbando una crisis que afecta principalmente a los departamentos de Santa Cruz, Pando y Beni.
“En áreas boscosas tenemos una afectación de 4,6 millones de hectáreas, y en pastizales, una superficie de 2,3 millones de hectáreas”, detalló Lisperguer en una entrevista con el canal estatal. Según el ministro, el fuego, que hasta hace poco afectaba principalmente a pastizales debido a las prácticas de quema de los productores en Santa Cruz, ha comenzado a extenderse de manera descontrolada a zonas boscosas.
El Gobierno ha manifestado su preocupación ante la posibilidad de que los incendios no sean incidentes aislados, sino el resultado de un plan orquestado por organizaciones que buscan lucrar a través del tráfico de tierras. "Existen grupos bien organizados para realizar estas quemas con la finalidad de traficar tierras", reveló Lisperguer, quien agregó que en las labores de control y fiscalización se han evidenciado irregularidades que refuerzan esta teoría.
El ministro también indicó que hay personas que buscan sacar provecho de la situación, generando caos y descontento social, agravando la magnitud de la crisis ambiental en el país. Estas acciones premeditadas no solo están causando la pérdida de miles de hectáreas de vegetación, sino que también están contribuyendo al deterioro de la imagen del país y generando inestabilidad social y política.
La respuesta del Gobierno
Ante la creciente presión social y política, el Gobierno declaró desastre nacional el 30 de septiembre, respondiendo a las críticas de autoridades regionales que acusaban al Ejecutivo de inacción. En este sentido, el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, anunció un despliegue masivo de personal y equipos en las zonas más afectadas, especialmente en la región de la Chiquitania, donde los incendios han tenido un impacto devastador.
Calvimontes afirmó que los incendios en la Chiquitania parecen haber sido planificados deliberadamente para generar descontento y agravar la situación de emergencia. “Expertos españoles nos han advertido que estos incendios no presentan una evolución natural, sino que han sido fabricados de manera premeditada”, explicó el viceministro, señalando que existen indicios claros de que estos incendios fueron provocados intencionalmente.
Para enfrentar la emergencia, el Ministerio de Defensa ha anunciado la instalación de un cuartel operativo en Santa Cruz, donde se concentrarán las fuerzas militares encargadas de combatir el fuego. Un total de 1.600 efectivos serán desplegados, entre oficiales superiores, subalternos y personal especializado en la lucha contra incendios. Además, se sumarán entre 600 y 800 bomberos forestales a los 1.400 que ya se encuentran trabajando en la zona.
El Gobierno también ha incrementado los recursos logísticos, con la llegada de vehículos cisterna, camiones, cuadratracks y apoyo aéreo. Para combatir el fuego desde el aire, se ha extendido el contrato del avión tanque Electra por 50 horas adicionales, y se ha anunciado la llegada de un segundo avión desde Canadá. Asimismo, un tercer avión Hércules y helicópteros de Chile y las Fuerzas Armadas bolivianas continuarán apoyando en las tareas de extinción.
Una crisis de magnitud histórica
El gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, señaló que los incendios en su departamento ya han consumido 7 millones de hectáreas, superando las cifras oficiales del Gobierno. Santa Cruz ha sido una de las zonas más afectadas por el fuego, y las autoridades locales han sido críticas con la respuesta del Gobierno central, a pesar de las recientes medidas adoptadas.
A nivel internacional, la comunidad ha comenzado a movilizarse para apoyar los esfuerzos de Bolivia en la lucha contra los incendios. La preocupación por la magnitud del desastre y sus consecuencias ambientales y económicas ha generado una creciente atención mundial.
Mientras se combate el fuego en el terreno, el Gobierno boliviano enfrenta no solo un desafío ambiental, sino también un problema social y político. Las acusaciones de que los incendios han sido provocados intencionalmente, sumadas a las críticas por la supuesta inacción inicial, ponen de relieve la complejidad de esta crisis.
El Ejército se moviliza para apagar el fuego
El Comando General del Ejército emitió un comunicado este domingo 6 de octubre en el que señala que, “a partir de la fecha”, se realizará un movimiento de vehículos y personal militar con el fin de participar en las operaciones que realizan las Fuerzas Armadas en la lucha contra los incendios en el oriente del país.
La información fue compartida a través de las redes sociales del Ministerio de Defensa y su aparato comunicacional y se da a pocos días de que el Gobierno declarara desastre nacional por incendios forestales en medio de insistentes pedidos de distintos sectores.
En el comunicado del Comando General del Ejército, se pide a la población “no alarmarse y evitar cualquier tipo de especulación o mala interpretación”.