La semana opositora
Oposición: ¿Es Branko Marinkovic el candidato “tapado”?
La oposición suma diferentes candidatos de diversas tendencias, pero Branko no se contaba entre ellos
Branko Marinkovic es mucho más que un millonario con cierto interés por la política, pues desde hace varias décadas mueve hilos en sectores muy específicos y ha sumado apoyo internacional desde que se refugiara en Brasil hace 15 años.
Ayer quedó en evidencia en la primera Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), el lobby derechista más influyente de los Estados Unidos y que, rendido a Trump y a Milei en la pasada cita de febrero en Maryland, ha decidido salir de sus fronteras y celebrar una cita similar en el Balneario Camboriú, al sur de Brasil
En la cita, organizada para fortalecer a un Jair Bolsonaro inhabilitado pero decidido a participar de las elecciones de 2026, Marinkovic fue presentado como “candidato presidencial” en Bolivia, donde él no eludió usar el plural mayestático y hacer las promesas pertinentes.
Presentación En la cita Marinkovic fue presentado como “candidato presidencial”
“Hoy, y lo digo, si llegamos a la presidencia, lo primero que vamos a hacer es liberar a todos los presos políticos de Bolivia, porque eso no puede existir…”, afirmó Marinkovic durante su intervención ante los asistentes de línea derechista donde también recordó su propia historia personal.
Marinkovic, uno de los grandes terratenientes de Santa Cruz, nunca le hizo ascos a la política y asumió como presidente cívico del Comité Pro Santa Cruz en los años duros de la lucha autonómica. Marinkovic salió del país luego de la matanza en el Hotel Las Américas, consciente de que aquello lo acabaría involucrando en lo que el gobierno aseguraba era una maniobra independentista. Retornó al país luego de que Evo Morales saliera rumbo a México. Luis Fernando Camacho fue a recibirlo personalmente alimentando todos los rumores sobre quién había financiado aquellas semanas de protestas y los movimientos en la Policía y Fuerzas Armadas.
Enfrentado con Rubén Costas (Demócratas) por las diferencias de visión del proceso autonomista, decidió entrar al gobierno de Áñez cuando este ya hacía aguas y los mismos Demócratas abandonaban, otra vez, el barco. Asumió Economía, pero el retorno del MAS ante el naufragio general era irreversible.
En los últimos meses la familia Marinkovic recibió una sentencia millonaria favorable por parte del Tribunal Supremo de Justicia autoprorrogado que encendió de nuevo todas las alarmas de “colaboracionismo” con Luis Arce, pero el empresario no ha entrado al juego, más bien al contrario.
“Nosotros tenemos un año muy difícil por delante. Esperamos el apoyo de todos ustedes para, como les digo, volver a tener la democracia y la libertad en nuestro país. Espero que el próximo encuentro lo hagamos en Bolivia, donde haya democracia, libertad y donde las leyes se usen para proteger al ciudadano y no para perseguir al adversario político”, manifestó luego de declararse de derecha, liberal y conservador.
Las reacciones en Bolivia, donde se cuentan numerosos candidatos opositores de diferencias tendencias, no se han hecho esperar. De momento todos esperan que el próximo 10 de julio salga un calendario electoral completo pactado con el TSE y las fuerzas políticas.