Los guardaparques se sienten amedrentados
Los desmontes y concesiones mineras invaden las áreas protegidas
Se advirtió que la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) continúa autorizando concesiones sin respetar la condición de área protegida de ciertas zonas



Las Áreas Protegidas enfrentan graves problemas de planes de desmonte e “invasión” de las concesiones mineras, con escasos recursos económicos, sin el personal suficiente y con un director general del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) que no tiene ningún compromiso con estas áreas, sino con intereses políticos, alertan los guardaparques.
A la renuncia de la jefa de Protección de la Reserva de Biósfera Estación Biológica de Beni, Ana Carola Vaca, que sirvió en esta entidad desde 1996, se suman una serie de cuestionamientos a la gestión de Teodoro Mamani, exdirigente de la Confederación Sindical de Trabajadores Campesinos de Bolivia y actual director ejecutivo del Sernap.
En su carta, denunció que desde 2010 han soportado una presión política, las “amenazas” del cuartoneo ilegal y los intentos de avasallar el área so pretexto de ser propietarios antes del saneamiento. Asimismo, señaló que en el último trimestre la Dirección solo tuvo el objetivo de “aprobar desmontes de forma legal para legalizar a todos los cuartoneros ilegales contra los que nos hemos enfrentado”, afirma Vaca.
También refirió que en diciembre se nombró un director de forma “irregular por imposiciones políticas”, mismo que solo se ha dedicado a asesorar sobre los planes de desmonte. Precisa que si bien es importante hacer gestión en el aprovechamiento de los recursos estos deben beneficiar a las comunidades del área, pero no a los cuartoneros como actualmente se lo estaría haciendo.
En el Madidi habría 94 concesiones mineras
Similar situación está sucediendo en el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Madidi. El jefe de Protección II, Marcos Uzquiano, declaró a la ANF que tienen tres demandas importantes: que los guardaparques eventuales sean contratados de manera permanente, mejorar el presupuesto para la gestión del parque y la problemática minera que va en crecimiento.
Una de las preocupaciones mayores es la cantidad de concesiones mineras que se han otorgado, cuando se creó el Parque Madidi en 1995, había 50 concesiones preexistentes, es decir, que cuando se constituyó el área, estas ya estaban en el lugar, por lo tanto, había que “respetar” y “asumir”, pero ahora “estamos por las 94 concesiones mineras”, alertó.
Aunque dijo que no todas las concesiones están operando y que la actividad es de al menos un 30% que lo hace de manera mecanizada o artesanal, Uzquiano expresa su preocupación por que en cualquier momento los operadores mineros podrían poner en funcionamiento sus concesiones.
“Parece que quieren convertir el Madidi en un megacampo minero”, advirtió el jefe de Protección de una de las áreas protegidas más importantes del país por su gran biodiversidad, reconocida a nivel mundial como un pulmón natural.
Lamentó que esta situación “no le interese” al director del Sernap; y que la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) continúe autorizando concesiones sin respetar la condición de área protegida. “Dejándonos en alta vulnerabilidad frente a los mineros que llegan con su maquinaria e incumpliendo las normativas medioambientales”.
Uzquiano cree que se trata de una “arremetida minera”, porque en Mapiri y otros municipios del norte paceño ya agotaron la explotación minera, por lo tanto, están presionados por buscar otras áreas y una de esas sería el Parque Madidi.
El Madidi tiene una superficie de 1.895.740 ha (18.957,40 km²), se caracteriza por tener gran cantidad de cuencas hidrológicas, cuenta con una inmensa flora y fauna, Ernesto Lucía es uno de los guardianes del parque, asegura que los “problemas son en las 22 áreas protegidas”.
Ratifica que están siendo “invadidos por las concesiones mineras y que toda la ribera del río Tuichi están ocupadas por las mineras, que a futuro se prevé que ingresarán con actividad mecanizada. “Nos sentimos abandonados”, porque tampoco existen las condiciones para hacer los patrullajes, precisó Lucía.