Crónica de la jornada
Sectores sociales radicalizan la protesta, cargan contra Áñez
El ex presidente Evo Morales insistió en que se acepte la elección del 18 de octubre y advirtió que los bloqueos perjudican electoralmente al MAS. La COB convocó al diálogo a los candidatos y sectores movilizados



Hay motivos fundados para no creer en todo lo que escribe Evo Morales, pero también para no creer en los que subestiman a los movimientos sociales y su historial de luchas desde el 52 - gasolina o incluido - y los consideran pura carne de cañón al servicio del expresidente.
Ayer la Fedjuve de El Alto, la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, la Central Obrera y numerosas organizaciones comunales a lo largo y ancho del territorio ratificaron su pedido: "Fuera Áñez" a pesar de los pedidos explícitos de Morales, que volvió a insistir en el prejuicio electoral que estaban causando.
El MAS puede no ser hoy por hoy un interlocutor válido para un diálogo como el convocado por la Conferencia Episcopal Boliviana y a la que sí parece que acudirán todo el resto de contendientes electorales. En las protestas hay mucho ánimo revanchista respecto a lo de octubre, e incluso el manual se parece: elevar la exigencia del pedido sin importar el desenlace. Un desenlace que, en el imaginario colectivo, siempre pasa por la violencia que nadie desea.
La llave desencadenante ahí la tiene el Gobierno de Jeanine Áñez. En octubre la tormenta perfecta venía caldeada por las mofas a lo “pitita”, pero se desencadenó a partir del motín policial y llegó a su culmen en la “serenata” de la efeméride de Potosí con casas quemadas y parientes amenazados. Ahora los movilizados hacen paralelismos con lo sucedido en 2003 y aquella caravana de combustible que desencadenó la furia y que no ha sido lo que ha pasado con el convoy del oxígeno, porque los dirigentes han accedido al paso.
Arturo Murillo, ministro de Gobierno e incendiario vocero, señaló el lunes en la noche en la famosa entrevista con Fernando del Rincón que intentaban “evitar una guerra civil”, y en lo que ojalá fuera un desafortunado lapsus, dijo que “meter bala era lo políticamente correcto”. En tiempos de populismo, lo políticamente correcto depende de la narrativa, y personajes como Del Rincón alientan la confrontación dura.
Los cálculos
En Juntos saben que sus opciones de crecer electoralmente pasan por mostrarse implacables con el masismo, pero que un error de cálculo puede desencadenar la tormenta perfecta o consolidar la imagen de Gobierno incapaz de gestionar un país como este. Lo mismo le pasa al MAS de Evo Morales y Luis Arce, su base no alcanza y “dar miedo” no ayuda. Y ojo, porque la apelación al voto útil de Carlos Mesa puede no serle suficiente ante una escalada de tensión que se presta a los paralelismos con su gestión presidencial de 2004.
Acuerdos El TSE sigue trabajando con la fecha del 18 de octubre para las elecciones generales
¿Qué puede gestionar la CEB en este contexto? Las organizaciones sociales quieren evidenciar que la salida electoral no es suficiente y han puesto en cancha la fractura social e incluso asuntos raciales y de clase. Asuntos que se pretendían superados, pero que existen.
Todos tienen intereses. Hasta el propio Morales ha acusado – sin nombres – a algunos. Hasta que ayer se sumó de forma contundente la Fedjuve de El Alto, los movilizados eran la Central Obrera y las comunidades campesinas, a las que Morales les afeó no haberse movilizado en noviembre. Incluso las Federaciones del Trópico de Cochabamba, con Andrónico Rodríguez y Leonardo Loza a la cabeza, no parecían estar especialmente interesados en la insurrección de fondo. Sigue sin parecerlo. Para algunos, considerar a Evo Morales entre los moderados es inconcebible, pero los radicales existen. Y no solo el Mallku.
Más temprano que tarde, la caravana escoltada con los depósitos de oxígeno llegará a La Paz y la criminalización de los movilizados dejará de funcionar. O tal vez no y se sumen nuevos episodios y argumentos.
“Hacemos un llamado a los sectores movilizados que están bloqueando caminos a deponer aquellas actitudes en bien de la convivencia entre bolivianos y bolivianas. Creemos en el diálogo como el instrumento adecuado para construir acuerdos y garantizar un camino de justicia, progreso en paz, entendimiento, salvaguarda a los derechos humanos y respeto entre todos”, señala el documento conjunto de Naciones Unidas, Unión Europea y Conferencia Episcopal convocando al diálogo para la jornada de este miércoles. El pedido, por el momento, cayó en saco roto.
Tarija, sin movilizaciones ni voceros
En Tarija solo se registra un bloqueo en la ruta 9, entre Yacuiba y Villa Montes, sostenido por representantes de diferentes sectores del MAS. No hay otros puntos de bloqueo ni en el valle central ni en la zona alta del departamento, aunque sí están cortadas las salidas al norte por bloqueos en Potosí y Chuquisaca.
La semana pasada se conocieron diferentes documentos incluso oficiales convocando a reuniones de coordinación para organizar movilizaciones de protesta coordinadas por Walter Ferrufino, subgobernador de O´Connor. Por el momento, Ferrufino no ha logrado movilizar a las bases del MAS en Tarija.